Max es un típico chico de 11 años: adora la magia, detesta los deportes, y parece no poder decirle ni una palabra a Tracy, la chica mas popular de la escuela. Pero es el único que puede ver a los fantasmas que merodean su casa, dos jóvenes espíritus que le hacen un trato irresistible: él los ayudará a resolver el misterio de la desaparición de sus padres y combatir a un demonio malvado, si ellos lo ayudan a ir invisible a la escuela.
La historia de Lecter comienza en Europa Oriental, a finales de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Siendo un niño, además de presenciar el asesinato de sus padres, fue testigo de otras terribles atrocidades que lo marcarán para siempre.
Los orígenes del mito se revelan en esta película ambientada en los años de reinado de Vlad Tepes, príncipe de Rumania que inspiró la leyenda por sus peculiares métodos para provocar el miedo entre su población y sus enemigos. Una mezcla de mitología e historia para recoger cómo se transformó el sanguinario emperador en el primer vampiro de la historia. Uno de los más terribles y sádicos personajes de Europa que inspiró la clásica obra literaria de Bram Stoker mezclando el terror sobrenatural, las leyendas y pinceladas de amor, para cautivar por completo. Dracula Untold DráculaCritica:El mito vampírico sigue huerfano desde que Coppola y Neal Jordan nos entregaran sus más que prodigiosas versiones del conde. Desgraciadamente, tras ellos, lo único que hemos vivido son chupasangres que hasta el propio Conde Chocula se partiría de risa, de no ser porque al pobre hombre ya no le quedan colmillos con los que morder tanta mediocridad: entre los vampiros crepusculianos, (Crepúsculo) los vampiros indies, (Sólo los Amantes Sobreviven) y los remakes sin miedo, (Fright Night I y II) nuestro chupasangres favorito ha pasado a mejor vida después de tanta prostitución. DráculaDrácula de Gary Shore ni es el bodrio que auguraban algunos, ni por supuesto, es "la leyenda jamás contada". Se trata de una especie de "entrante" para lo que se supone que va a ser el nuevo milenio hammeriano: una panda de supervillanos que consigan hacer frente a los superhéroes de la Marvel y DC. Es decir, que si por ejemplo, Super Man estaba jodido con la kriptonita, aquí el señor Vlad suda la gota gorda en cuanto le enseñan el brillo de la plata. Es decir, hay un cambio de disfraces pero no de contenido. DráculaEl apartado artístico, sonoro y guionil es una mezcolanza de "homenajes" al Drácula de Coppola, (los cromas carmesies con los turcos empalados) y hasta Matrix: el sultán turco lleva un tupé que es una mezcla entre Justin Bieber, Wesley Snipes y por supuesto el efecto "bala".La sensación no fue mala, de hecho, creo que cualquier amante de la saga Castlevania puede sentir al fin satisfecha el ansia por ver una adaptación imposible del videojuego. Hay momentos incluso que al director se le va la mano, y más parece que nos van a dar un mando de la play o la xbox para manejar al Gabriel Belmont (aquí encarnado por un pobre Luke Evans, que las pasa más putas que Caín, preso de su adicción por los glóbulos rojos) que asistir esa verdadera historia "jamás contada". Drácula
Cuatro amigos se encuentran atrapados en una habitación, junto a un asesino poseído por un demonio. Ahora tienen menos de una hora para resolver los puzzles necesarios para escapar del lugar con vida.
15 años después de la Segunda Guerra Mundial, un equipo de agentes secretos se reúne para rastrear a Adolf Eichmann, el infame arquitecto nazi del Holocausto, que había escapado de la justicia tras la guerra.
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