Ty era un vendedor de juguetes frustrado hasta que su colaboración con tres mujeres convirtió sus animales de peluche en una tendencia determinante en los años 90. Esta mirada entre bastidores al mayor fenómeno de popularidad de unos juguetes de todos los tiempos es una historia disparatada sobre qué y a quién se valora en este mundo....La fiebre de los peluches BeanieCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... La fiebre de los peluches Beanie
Basada en una historia real documentada por los reputados demonólogos Ed y Lorraine Warren. Narra los encuentros sobrenaturales que vivió la familia Perron en su casa de Rhode Island a principios de los 70. El matrimonio Warren, investigadores de renombre en el mundo de los fenómenos paranormales, acudieron a la llamada de esta familia aterrorizada por la presencia en su granja de un ser maligno. The Conjuring El conjuroCritica:Otro factor que delata a James Wan es la fotografía; desde el tratamiento de la imagen hasta los objetos que aparecen en ella revelan su identidad sin posibilidades de confusión. La apariencia de sus personajes, la forma de actuar, de mirar, de tocar es bastante similar a lo largo de su filmografía. Podríamos establecer una constelación de elementos recurrentes que acabarían por enredar todas sus películas. Es un director que disfruta haciendo guiños a sus fans y cuida mucho esa parte.Respecto al argumento de "Expediente Warren", poco se puede contar que no se sepa con un simple vistazo al tráiler: una pareja de investigadores de lo paranormal, tal vez un Íker Jiménez y una Carmen Porter dentro de unos años, se topa con el caso más complicado de su vida. Una familia que se ha mudado a una casa maldita está experimentando la angustia de ser el objeto de una bruja despechada que se suicidó con el fin de guardar sus tierras para siempre. Era una mujer capitalista y se lo tomaba muy a pecho. El conjuroCon lo de moda que se ha puesto que las películas de miedo se centren en cazadores de espectros con sus aparatos aparatosos y sus mediciones científicas, esperaba que "Expediente Warren" patinara bastante, pero lo cierto es que la tensión se ha distribuido de una forma "agradable" y ha sabido dosificarse. Los sustos están bien repartidos y, por suerte, hay alguno más de los que se presentan en el tráiler, aunque arruinan el de las palmas, que es el que más me gusta. La elección ha sido sabia al preparar dos tramas: la de la familia Perron y la de los propios Warren.Los elementos que usa James Wan para que botemos en la butaca son simples y efectivos. Usa un juego infantil que desde el primer momento produce respeto: uno sabe que el juego de las palmas (consiste en que alguien se vende los ojos y localice a los demás jugadores pidiendo que golpeen sus manos) va a desencadenar un susto en algún momento. La caja de música antigua con el payaso y la espiral también resulta prometedora. Si te dicen que Rory se deja ver al finalizar la música, ahí ya estás centrando toda tu atención en prevenir su aparición. La dulce muñeca Annabelle, transformada para la película al gusto extravagante de James Wan poque la original habría causado otra impresión, y su historia se suman al carro. Los muebles antiguos también desempeñan un papel importante, sobre todo el armario. Son cosas que, por sí solas, no producen turbación, pero en manos de Wan se convierten en semillas del terror. El conjuro
El director pionero Mamoru Oshii continúa empujando los límites del arte y el anime con este thriller cibernético universalmente aclamado, que sigue las aventuras del detective cyborg Batou en su intento por desentrañar las razones de una revuelta de robots asesinos en el año 2032. La búsqueda de un asesino que se convierte en una búsqueda alucinante sobre el sentido de la vida
No volver a mostrar