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Superman, Batman y el resto de la Liga de la Justicia deberá enfrentarse a sus versiones bizarras: unos clones bastante extraños creados por el malvado Lex Luthor. No les quedará más remedio que formar una alianza si desean derrotar a un villano inesperado:DC Superhéroes LEGO: Liga de la Justicia versus Liga de Bizarro DCCritica:Es medio graciosita y medio entretenida esta película pero no esta al nivel de la lego película, sin embargo a los niños seguro les gustará bastante, a mi lo que me gustó es la animación y los legos que los adoro. La trama y todo lo demás es solo bueno para los niños aunque admito que me gustó el ver a batman dudando en todo momento de superman, eso si me pareció cómico. DCPor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. DCEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. DC
Tinkerbell vaga en los bosques de Invierno prohibidos y encuentra la Vincapervinca. Juntos aprenden el secreto de sus alas y tratan de unir a las hadas calientes y las hadas de invierno para ayudar al Hueco del Duendecillo.
Katherine Newbury, presentadora de un talk-show nocturno que lleva 28 años en antena, sospecha que su longevo programa está a punto de ser cancelado. Para intentar evitarlo y parece más moderna pedirá entonces la ayuda de una de sus ayudantes recién contratada, Molly Patel.
French y Sue trabajan en lo que mejor se les da -romper cráneos y aplastar huesos- mientras persiguen a los criminales de poca monta que le deben dinero a Tommy, su jefe. Cuando reciben una citación para ir a buscar un dinero en un casino de Las Vegas, éste resulta ser un antiguo amante de Sue. Mientras tanto, un importante traficante de droga se propone encontrar a la pareja para vengar la muerte de su hermano. Sin otro remedio que luchar para sobrevivir, French y Sue tendrán que abrirse paso ante todo aquel que trate de interponerse en su camino....La deuda 2Critica: Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia....La deuda 2
Isi es un “joven” gay de 50 años cansado de su perpetua adolescencia. Todo da un giro inesperado cuando su anciana madre cae enferma e Isi debe regresar a la casa familiar para cuidarla. Isi desesperado, descubre que sólo hay una manera de conseguir que su madre coma y tome sus medicinas… leerle su novela favorita: “Lo que el viento se llevó”.....A Dios pongo por testigoCritica: Todo mi respeto y admiración para aquellos/as que se embarcan en la aventura de sacar adelante un proyecto artístico, sea cine, teatro, danza… Salir indemne del laberinto borrascoso que supone conseguir fondos para ello es prácticamente de suicidas y más en una España que da más premios que financiaciones.Me cuentan que el jienense Manuel Nector tuvo que rascarse su propio bolsillo para poner en pie su obra de teatro que ahora, rizando el rizo de la obstinación artística traslada a la pantalla con el apoyo de todo un equipo que invierte en su trabajo sin tener claro si habrá beneficios. Lo hace con eficacia formal en una comedia que apenas a podido ver la luz en unas pocas sesiones con prácticamente nula distribución.La famosa frase de Scarlett O´hara pronunciada por Vivian Leigh en «Lo que el viento se llevó» viene a ser una excusa, casi una anécdota dentro de un guion más ambicioso que rinde homenaje a esas madres que se sacrificaron por sacar adelante en soledad su vida y la de sus hijos y a las que ingratos estos no sabemos reconocerlo, criticando una vida pasada sin tener en cuenta su contexto.Dos hermanos que viven a la sopa boba del cheque que mensualmente les ofrece su madre han malgastado su vida y ya casi que no se reconocen a sí mismos. Los últimos días de la madre acabarán por ofrecerles una segunda oportunidad. El planteamiento no termina de cuajar con la fuerza que debiera y se ve demasiado trufado por la comedia que se apoya en los muy sobados comportamientos de esos gays que van de locas reinonas. Aún así Patu Fernández y Antonio Nieves realizan un notable trabajo de contención dentro de lo posible que se agradece y no incomoda..... A Dios pongo por testigo
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