En el valle de las sombras

Un amanecer lívido, sopla un viento frío y húmedo mientras un hombre camina solo en la oscuridad. El superintendente adjunto de policía, Francesco Prencipe, se encuentra de camino para encontrarse con su mejor amigo, el juez Giovanni Mastropaolo, a quien no ha visto en casi dos años. Los hombres conducen durante dos horas e intercambian unas pocas palabras. Más tarde esa mañana, el juez es encontrado muerto, con una sola herida de bala en la cabeza. Francesco es la última persona que lo vio y sus huellas dactilares son las únicas que se encuentran en la casa. ¿Pero es él el asesino?

Paige (Gina Vitori) invita a su hermana pequeña Lindsey (Aubrey Reynolds) a una inmersión de buceo en una cueva submarina. Sin embargo, las cosas no salen según lo previsto: su avión se estrella y se despiertan desorientadas en la isla. Allí se encontrarán con tiburones asesinos que las perseguirán incansablemente mientras hacen todo lo posible por sobrevivir a sus feroces ataques.

El agente federal Aaron Falk regresa a su ciudad natal afectada por la sequía para asistir al trágico funeral de un amigo de la infancia. Pero su regreso abre una herida de décadas: la muerte sin resolver de una adolescente....Años de sequíaCritica: Interesante coproducción entre Australia y EE.UU, sobria y seria, dotada de un ritmo pausado, que no lento puesto que la historia avanza a cada instante, tornándose más y más atractiva a medida que pasan los minutos. Es cierto que no es espectacular y se requiere prestar atención a los detalles pues para comenzar hay bastantes flash-backs que retoman un pasado oscuro, trágico y nunca aclarado, del protagonista. Merece la pena por cuanto tiene elementos de calidad, tanto técnicos como de guión. Una historia dura, llena de personajes heridos, donde la confianza brilla por su ausencia y el pueblo donde se desarrollan los hechos está, por así decirlo, maldito, debido a luctuosos hechos que ocasionan la infelicidad de los lugareños, presos del odio, el resquemor y la peligrosa situación del lugar, añadiéndose una sequía que dura ya un año y de seguir así podría ocasionar la ruina y desaparición del lugar. Inteligente guión, adoptando la excelente novela de Jane Harper, buenas interpretaciones, con un Eric Bana tenso en todo momento, dominando su nada fácil personaje y quizás un metraje algo extenso. Pero se sigue con interés y nunca aburre, con algunas escenas dotadas de gran fuerza dramática.... Muy correctota historia de un policía (Eric Bana, aka Héctor de Troya) que vuelve a su pueblo de la infancia, escenario de antiguos eventos traumáticos. Crímenes y secretos del pasado hacen eco con crímenes y secretos del presente, y no está claro cuál de los dos el poli está más interesado en resolver. Y para disfrute del ojo, los paisajes de Wimmera (Victoria) hacen de entorno natural en sequía física y moral.. Años de sequía

Un hombre vive obsesionado con un libro que parece describir detalles de su vida íntima. El hombre empieza a sentirse amenazado y se vuelve paranoico debido a un número que se repite una y otra vez en el libro: el 23.

Dos investigaciones criminales. En el mismo día, a 300 kilómetros de distancia entre uno y otro, dos casos muy particulares asignados a dos policías. Pierre Niemans (Jean Reno) es un hombre con experiencia que tiene un instinto infalible para los casos criminales, pero que esconde grandes temores. Viaja a Guernon, una ciudad universitaria en los Alpes donde se ha llevado a cabo un violento asesinato. El joven, avispado y solitario Max Kerkerian (Vincent Cassel), un antiguo ladrón de coches que entró en el cuerpo de policía debido a su amor por el peligro, está investigando un cementerio profanado en Sarzac durante la noche, en particular la tumba de una niña que murió hace 20 años. Pronto, las dos investigaciones se ven entrelazadas.