El santo

Jamal se afana infeliz en Medieval World, un parque temático que parece que no ha sido renovado, o ha tenido clientes desde la Época Oscura. Después de caer en el fétido foso del parque, Jamal llega al siglo XIV en Inglaterra, un mundo de caballeros con brillantes armaduras y damiselas afligidas, sin mencionar la higiene cuestionable. Ahora es un extraño en una muy extraña tierra, Jamal conoce a un caballero libertino, una bella mujer con ideas muy modernas y una rebelión en contra del diabólico Rey...

Thriller de acción sobre un cartel de la droga. Un narcotraficante escapa de la justicia y se refugia en México, pero la policía de un pequeño pueblo fronterizo y la torpeza de sus hombres ponen en peligro su libertad. The Last Stand El último desafíoCritica:Uno de los más peligrosos narcotraficantes custodiado por el FBI logra zafarse de la seguridad durante un traslado a prisión, gracias a una impecable operación de su organización criminal. Su objetivo es huir a México, pero para ello deberá atravesar un pequeño y apacible pueblo, Sommerton. Hasta aquí todo parece salir sobre ruedas (nunca mejor dicho, ya que ese tramo es todo adrenalina automovilística) para Gabriel Cortez (Eduardo Noriega), pero no contaba con que el Sheriff de aquel lugar fuese Ray Owens (Arnold Schwarzenegger), un experimentado policía que tras una larga y ajetreada vida al servicio de la Ley en Los Ángeles, decidió pasarse a un puesto más tranquilo, como el que disfruta en esta apartada localidad fronteriza. Ahí es donde la película se convierte en el particular “Río Bravo” (1959) de Arnie, compartiendo el argumento de un Sheriff que deberá plantar cara a una amenaza que le supera en fuerza y número de hombres. El último desafíoVuelve Arnold Schwarzenegger (“Depredador“, 1987) y qué mejor manera de hacerlo que con un producto especialmente ajustado a su medida. Allá donde no puede llegar con sus 65 años, alcanzan sus compañeros de reparto, que se convierten en un apoyo muy efectivo. Casi todos ellos interpretan roles con alguna particularidad que hará que esbocemos un sonrisa, pero sin duda es Luis Guzmán (“Punch-Drunk Love“, 2002) en otra de sus brillantes apariciones, quien llena de carisma la pantalla con un personaje tan rocambolesco como campechano —de esos que producen empatía—, encabezando lo más llamativo de unos secundarios conscientes de que la auténtica estrella es Arnie, que aquí está inconmensurable moviéndose como nadie sobre el terreno que mejor conoce. El último desafíoY eso no es casualidad. Kim Ji-Woon no es uno de esos directores improvisados con curriculum de dirigir video-clips y comerciales, que habitualmente los estudios ponen a cargo de este tipo de películas "pasatistas" de acción. El tipo la tiene clara y consigue dos cosas a la vez: cumple entregando a los productores la actualización del cine de acción norteamericano de los 80 y 90 que estos le encargaron, y al mismo tiempo le inyecta al proyecto su impronta personal, conservando en términos visuales y estéticos el mismo nivel de calidad y cuidado técnico que conocimos de sus producciones previas del otro lado del globo.Otro punto acertado fue no cargar toda la peli sobre los -no tan anchos como antes- hombros del Governator, rodeándolo de un elenco de buenos secundarios que no están de relleno, sino que participan activamente como pilares de la narración y se les reserva a cada uno sus momentitos para lucirse. Eduardo Noriega ("los tipos como tú nos hacen mala fama a los inmigrantes") es el único punto débil del film. Sobreactua su etereotipado mexicano narco, y dice sus frases como una ampulosisdad un poco exagerada. El último desafío

El agente 007 debe recuperar el ATAC, un dispositivo militar secreto de guía por satélite, antes de que sea vendido a los rusos.

Un militar retirado (De Niro) vive en una cabaña, en una remota e inhóspita región de los montes Apalaches. De pronto recibe la visita de un turista europeo (Travolta) que, en realidad, es un soldado serbio en busca de venganza. Se desata así una feroz batalla entre ambos, lo que demuestra que la forma más pura de la guerra es el combate singular. Killing Season Caza humanaCritica:Esta es una cinta que atrae por su cartel, aparecen Robert DeNiro y John Travolta, y te dices que los dos a la vez no pueden haberse equivocado al elegir el guión, pues si hierran, y lo hacen sobre todo con un director del montón, Mark Steven Johnson (‘Daredevil’ o ‘Ghost Rider’), si nunca ha hecho algo apreciable no es por casualidad, capaz de anular cualquier tipo de emoción y reventar el film con tópicos y estereotipos. Caza humanaEl argumento es muy nimio, durante la Guerra en Bosnia, un pelotón de soldados americanos ejecutó a unos serbios, uno de los bosnios sobrevivió, Emil Kovac (buen John Travolta), y decide vengarse del que le disparó, lustros después descubre que es el Coronel Benjamin Ford (buen Robert DeNiro), este se ha retirado hastiado del ejército y vive en solitario en una cabaña aislada n las montañas en Tennessee donde práctica el hobby de fotografiar ciervos, pues desde Belgrado va allí Kovac para cazarlo. Caza humanaEl director es todo un prodigio a la hora de omitir intensidad, originalidad, sentimientos. Un genio a la hora de crear caricaturas de personajes, extirpándoles cualquier tipo de hondura, un maestro edificando charlas manidas, sus reflexiones sobre el horror de las guerra huele a rancio, extraordinario construyendo escenas de acción trilladas, un genio colocando a los personajes al borde del ridículo una y otra vez, y es que el juego del gato y el ratón en que una y otra vez se cambian los roles de caza y presa son vergonzantes como poco. Excelente en el modo tan chusco en que los protagonistas se reponen de sus heridas cual Ciborgs, excelente regalándonos un final pusilánime. Pero sobre es brillante extrayendo cualquier tipo de química entre DeNiro y Travolta, parezco estar viéndolos por una ventana a sus cerebros mientras ruedan con dos monos espulgándose uno a otro, habrá los ricos también tienen hipotecas, Travolta hasta un avión. Y es que DeNiro pone el piloto automático a funcionar y a pasar el cazo, pero esto no es nuevo, uno de los mejores actores de la historia hace 15 años que no escoge un buen papel, el último fue ‘Ronin’ de Frankenheimer, desde entonces parece tomarse la actuación como un pasatiempo que le reporta beneficios, ejemplo este insípido papel. El otro vértice es Travolta, y Travolta es Travolta, una estrella más que un actor, ha creado su personaje y de él no sale, por lo menos resulta divertido escucharlo en v.o. con acento serbio (supongo). Caza humana