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Tatiana, una periodista que atormentada por su realidad actual, decide emprender un viaje por Costa Rica para encontrar la paz y buscar la felicidad que tanto anhela....A un paso de míCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... A un paso de mí
Sigue a Fausto y Esther, cuya infancia fue atormentada, Fausto tratando de escapar de su padre y Esther maltratada por su cuñado. Comienzan a verse envueltos en una situación sobrenatural sobre la que no tienen ningún control..... No abras la puertaCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... No abras la puerta
Mariana (Zuria Vega), una exitosa y dura wedding planner, no cree en el matrimonio después de haber visto a su madre fracasar en varios intentos. Ella no quiere lo mismo para sí misma y decide terminar su relación con su prometido Luis (Memo Villegas).....Casando a mi exCritica:una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Casando a mi ex
En un futuro postapocalíptico en el que el agua casi ha desaparecido, dos jóvenes sobrevivientes viajan en el tiempo para encontrar el mítico poder del dios prehispánico del agua, y así poder crear el vital recurso. Sin embargo, cuando llegan al presente descubren que el poder está en manos de un empresario sin escrúpulos que sabe todo sobre los mitos prehispánicos y siempre había querido monopolizar el agua. La hermandad Aztaya, un grupo de héroes sucesores de los legendarios guerreros Aztecas y Mayas, comenzará la aventura para evitar que el agua sea controlada y ayudar a los viajeros a cambiar su triste futuro; uniéndose para luchar contra el poderoso enemigo y sus oscuros aliados. Para ganar, los héroes deberán despertar a los más grandes guerreros de la mitología Azteca y Maya: el Águila y el Jaguar.....Águila y JaguarCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila ...Águila y Jaguar
Sergio, un fotógrafo mexicano, toma una gran fotografía de guerra y por ello llega tarde al nacimiento de su hija donde su prometida muere. El ex-marido de su mujer le quita a su hija con una treta legal y Sergio opta por robársela. Termina entregándola a sus mejores amigos para no darle una vida de fugitiva. No la volverá a ver en 23 años. Esta es la historia de ese reencuentro. promesaCritica:Su carta de presentación es que su director es Jorge Ramírez Suárez, el que dirigió en Gutan Tag, Ramón (Buenos días, Ramón), película que a varios gustó, pero que a este Cinéfago no por el simple hecho de que el tal Ramón la pasaba tan mal en Alemania por no saberse comunicar, que el día en que gana algo de dinero prefiere comprar “tortillas” en vez de un diccionario ¿?La Gran Promesa conserva el mismo estilo visual que Gutan Tag, Ramón, sólo que ahora con drones que capturan algunos lugares (no necesariamente emblemáticos), de Durango, Somalia, Alemania y Bosnia, algo que lejos de contextualizar o aportar algo a la trama por tratarse de esos lugares, parece más un cine turístico, o sea, una película que le permitió al directo viajar.La trama no es mala, pero la ejecución deja mucho que desear, pues trata por momentos de ser un thriller, y por otros un drama familiar. Las escenas de suspenso son muy básicas: unos tipos siguiendo a alguien por las escaleras, o el malo en un mano a mano con el bueno, pero que cuando el bueno gana le deja la pistola al malo. O cuando el protagonista tiene un pasaporte falso, el único suspenso que hay es cuando migración lo detiene, mira su pasaporte, se le queda viendo, para enseguida devolvérselo y ya. promesaComo esta hay muchas escenas gratuitas que no aportan nada a la trama, todo se quiere explicar a través de diálogos y la resolución del conflicto es tan simple que no emociona en gran medida. Lo único salvable es Sofía Espinoza
Una pareja alquila una aislada casa de campo junto al lago, en el aniversario de la muerte de su hija. Pero pronto descubren que el lugar no es tan tranquilo como se imaginaban, y se ven envueltos en un terrible secreto cuando una extraña mujer aparece en la casa, mientras que, al parecer, todos sus movimientos son vigilados por un misterioso sheriff local....El misterio de la casa del lagoCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... El misterio de la casa del lago
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