Quedan pocas horas para que el año toque a su fin y en la comisaría del distrito 13, sólo queda un puñado de policías encabezado por el sargento Jake Roenick (Ethan Hawke), un buen oficial que no consigue olvidar una operación fallida que tuvo lugar la primavera pasada. Pero es que, además, ese mismo día por la mañana, un policía de paisano había intentado arrestar al mafioso Marion Bishop (Laurence Fishburne), el cual consiguió matar al agente antes de ser capturado por la Unidad contra el Crimen Organizado encabezada por Marcus Duvall (Gabriel Byrne). Bishop es trasladado en autobús a la cárcel, pero la tormenta de nieve arrecia y el autobús, ante la imposibilidad de llegar a la cárcel de máxima seguridad, se dirige provisionalmente a la comisaría del distrito 13.
Una mujer de fuerte voluntad abandona Estados Unidos tras conocer a Jude, un médico norteamericano que dirige una remota misión médica en el Imperio Otomano, donde está a punto de estallar la Primera Guerra Mundial. Allí, tendrá que elegir si quiere ser lo que otras personas quieren que sea o seguir siendo ella misma. The Ottoman Lieutenant EntreCritica:Con la pretensión de pasar por una de las grandes historias de amor - díganse "Memorias de África", "El paciente inglés", incluso "La hija de Ryan" o "El doctor Zhivago" de David Lean - que mezclan naturalezas, países exóticos, escenarios sobrecogedores, hechos históricos de gran trascendencia....y los mimbres de un reparto de actores de altura (aquí está el ubicuo Ben Kingsley de "Ghandi"), una banda sonora para marcar época, fotografía, .... todo acaba desarrollándose como un folletín de amor a tres bandas (Michiel Huisman, Hera Hilmar y Josh Hartnett) sin pasión alguna, sin emociones, sin nada - flojita, muy flojita, Hera Hilmar, semi-Heidi florecilla, o el actor que hace el rol del teniente otomano, Michiel Huisman, buen maniquí con el uniforme de militar y el cabello al viento..... pero que no transmite nada -.Hay escenas que pretenden crear esos grandes momentos del cine....digamos, del estilo, del vuelo de Robert Redford y Meryl Streep sobre los paisajes de África con la música de John Barry...y que aquí resultan, no solo chirriantes, sino bastantes ridículos...y no estoy tratando de comparar lo que es incomparable, sino de contar la sensación que produce de que te están dando gato por liebre. EntreJosh Harnett, que es un actor que me gusta bastante, y que parece ser, de entrada, así está planteado su personaje, que va a tener en la película papel destacado en el conflicto amoroso y en la trama, en general, es convertido - al igual que hacen con Ben Kingsley - en un personaje "marmolillo", empotrándolo en alguna escena que otra, por aquí y por allá, se supone que disputando por el amor de Hera Hilmar....o qué sé yo... Entre
Perseguido por su misterioso pasado, un devoto entrenador de fútbol de la escuela secundaria lleva a un escuálido equipo de huérfanos al campeonato estatal durante la Gran Depresión e inspira a una nación rota en el camino....Espíritu de luchaCritica: que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....Espíritu de lucha
Mientras pasa el verano en el norte de Filadelfia, Cole, un adolescente de 15 años con problemas, se ve atrapado entre una vida delictiva y la dinámica subcultura vaquera urbana de su distante padre. Basada en la novela "Ghetto Cowboy" de Greg Neri. Concrete Cowboy Cowboys de FiladelfiaCritica: Este primer apartado de Cowboy de Asfalto (Concrete Cowboy) versa entre la relación paternofilial anteriormente descrita. El choque generacional y cultural entre padre e hijo son evidentes. Harp, el personaje de Idris Elba, es un enamorado del Western que vive, viste y habla como si fuera un Cowboy. Su hijo Cole (Caleb McLaughlin) es un adolescente problemático, separado de su madre por la mala conducta que ha tenido en el instituto y una actitud que roza la criminalidad.A lo largo de Cowboy de Asfalto (Concrete Cowboy) ambos personajes irán construyendo su relación, plagada de conflictos. Para Harp, Caleb resulta un vago irremediable y sus malas compañías lo van a condenar. Además, para Caleb, Harp hace de padre para todo el vecindario, enseñándoles a montar a caballo y a cuidar a los animales mientras los conflictos entre ambos crecen.Esta situación de conflicto, desentendimiento y comprensión mutua será el eje principal sobre el que la película se desarrolla. Cowboys de Filadelfia*Pobreza y marginalidadDe forma transversal esta situación se ve encarada por todos los personajes de Cowboy de Asfalto (Concrete Cowboy) de una forma u otra. Algunos lo aceptan con cierta frivolidad dedicándose a beber cerveza y a languidecer al sol en las zonas marginales de Philadelphia. Otros critican esta pobreza y tratan de buscar un trabajo honrado con el que salir del agujero. Los que tienen menos suerte y menos recursos, intentan con sus caballos mejorar la vida del barrio mostrando un aspecto positivo que permita a la gente estar alejada del crimen y la marginalidad.Por último están quienes optan por la vía del dinero fácil, el crimen y los trapicheos de droga. Caleb se debate entre este último punto y el factor de comunidad de ayudar a su padre. Cabe decir que en medio de toda esta situación, los poderes públicos se muestran con una indiferencia pasmosa y una institucionalidad lejana que no humaniza la letra de la ley, perpetuando el ciclo de pobreza. Cowboys de Filadelfia
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