Un caracol anhela ver el mundo y se sube a la cola de una ballena. Juntos emprenden un viaje increíble, atraviesan témpanos y volcanes.
Tras el incidente en la Unión del Sudeste Asiático (SEAUn) en 2116, Shinya Kogami reanuda su viaje de vagabundeo. En una pequeña nación del sur de Asia, Kogami rescata a un autobús de refugiados atacados por las fuerzas armadas de la guerrilla. Entre los refugiados hay una joven llamada Tenzin, que ruega a Kogami que le enseñe a tomar represalias contra el enemigo. ¿Qué ven la chica que desea vengarse y el hombre que se ha vengado mientras contemplan el borde de un mundo del que no hay escapatoria?
El Monte del Vesubio, una de las zonas volcánicas más peligrosas del mundo, ha entrado en erupción. En una carrera por salvar la vida, un intrépido y valeroso esclavo de barco (Kit Harington, 'Juego de Tronos') se entera de las noticias y hará todo lo posible por volver a casa y asegurarse de salvar a la dueña de su corazón (Emily Browning, 'Sucker Punch') y a su mejor amigo, un gran gladiador sin escapatoria del coliseo en el centro de la ciudad. Pero la batalla contra la madre naturaleza no será la única amenaza a la que se tenga que enfrentar por sacarlos vivos de allí, en su camino se cruzará con un senador romano sin conciencia ni corazón que ha mantenido al pueblo bajo su yugo. PompeyaCritica:Esta cinta fue estrenada en Latinoamérica como "Pompeii: la furia del volcán", porque los distribuidores locales pensaban que: A) somos todos ignorantes y no sabemos lo que ocurrió en Pompeya y B) somos todos pelotudos y el volcán gigante en erupción del póster no es suficiente para que nos demos cuenta de que trata la peli. La furia del volcán no fue nada en comparación con la furia de los espectadores cuando se dieron cuenta de que gastaron 60 mangos de entrada para ver esta mierda. PompeyaEsta es la historia de Pompeii, una ciudad turística llena de burdeles e infestada de corrupción, que es destruida por un volcán. Un volcán es la montaña más limpia que existe, porque primero echa cenizas pero después lava. Se escuchan alusiones de los protagonistas a "los dioses que vienen a castigarnos", asi que por lo visto Paul W.S. Anderson confundió esta historia con el relato bíblico de Sodoma y Gomorra, dos ciudades destruidas por Dios precisamente porque allí las erupciones ocurrían en el cráter equivocado. Según los historiadores, Sodoma era la activa y Gomorra la pasiva.Acá el Vesubio parece que tiene vida propia y, cual justiciero insobornable, lanza bolas de fuego con precisión milimétrica a cuanto villano inmoral intente escapar de la ciudad. Más que bombas volcánicas, parecen misiles teledirigidos. Los estudiosos aseguran que este fenómeno no se presentó en el caso de Pompeya, pero el director resigna rigurosidad histórica en pos de mayor espectacularidad. También veremos terremotos, maremotos, grietas gigantescas que se abren en el suelo y hasta un super-tsunami. Paul W.S. Anderson tenía planeado inicialmente también un tornado y una lluvia de meteoritos, pero los productores lograron convencerlo de que tal vez sería demasiado. Pompeii Pompeya
Explore la transición de Bruce Wayne desde su inicio como vigilante atormentado hasta The Dark Knight de una metrópolis en ruinas con seis capítulos distintos, pero que se pretende que se vea en su totalidad.
Todo empieza con Draculaura, hija de Drácula y su gran sueño: crear un lugar donde los monstruos puedan sentir que pertenecen y ser ellos mismos. Junto a sus mejores amigas vivirá grandes aventuras, viajando alrededor del mundo para rescatar a los monstruos que se encuentran ocultos y así reclutar nuevos estudiantes. El instituto se convertirá en un monstruoso e increíble lugar, ¡nunca antes visto! Monster High: Welcome to Monster High BienvenidosCritica:Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. BienvenidosEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Bienvenidos
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