Después de haber visto el futuro, el viajero del tiempo Rip Hunter tratará desesperadamente de evitarlo logrando la tarea de reunir a un dispar grupo de héroes y villanos para enfrentar una amenaza imparable, en la que no solo la seguridad del planeta está en juego sino el tiempo mismo. Legends of Tomorrow DCCritica:A mis veintitantos años aun me sigue encantando el género superheroíco, y sigo disfrutando culpablemente de él con entregas ya sea en la gran pantalla (¡como olvidar la trilogía de Batman de Nolan, las cintas de Richard Donner de Superman, los descarados "Guardianes de la Galaxia" o el "Spider-Man" de Sam Raimi!) o en la pequeña pantalla (desde "Batman, la serie animada" de los años 90, pasando por "Lois y Clark: Las nuevas aventuras de Superman" hasta la adictiva "The Flash" de la actualidad que me tiene completamente encandilada), pero "Legends of Tomorrow", spin-off de las estupendas y deleitosas (sin ser obras maestras) "Arrow" y "The Flash", no es defendible. DCEsta serie de entretenimiento superheróico pretende seguir estirando el (reputado) tirón de "Arrow" y "The Flash" (series completamente recomendables para todo fan del género, pues presumen de calidad tanto en puesta en escena como en sus naturales y avispados guiones) y se ofrece en modo spin-off en el cual varios de los superhéroes menos conocidos de los DC Cómics (tenemos en esta serie al siguiente grupo de superhéroes: a El Átomo (que ya apareció en las series "Arrow" y "The Flash"), a Firestorm, a el Hombre Halcón y a la Chica Halcón (estos tres personajes también participaron en episodios de "The Flash"), y a Canario Blanco (también una secundaria en ciertos episodios de "Arrow")) se unen para combatir a un gran malvado inmortal que viaja a través del tiempo. DC
Cuando contratan a la madre de Stargirl como diseñadora de vestuario en una película, se mudan a Los Ángeles, donde Stargirl rápidamente se involucra con una variedad ecléctica de personajes....Stargirl en HollywoodCritica: prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Stargirl en Hollywood
Noviembre de 1942. Continúa el implacable asedio a la ciudad de Stalingrado durante la Segunda Guerra Mundial. Rodeados de tropas alemanas y escasos de municiones, un grupo de soldados rusos se preparan para defender un edificio hasta el final.
Charlie sufre narcolepsia, con episodios repentinos de parálisis cada vez que experimenta emociones fuertes, en particular, mucha alegría. Él va desarrollando una serie de técnicas para negarse a sí mismo demasiado placer y felicidad, pero son puestas a prueba cuando se enamora.
Un año después de perder a su madre, una niña se entera de que debe viajar a través de Japón a la reunión anual de dioses en la tierra sagrada de Izumo...Kanna y los dioses de octubreCritica: , esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Kanna y los dioses de octubre
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