Hubert es un inspector de policía con unos métodos un poco ortodoxos, pero con un tierno corazón, al que obligatoriamente le darán unas vacaciones forzadas. Dos días después recibe la llamada de un abogado desde Tokyo, informándole que la mujer de su vida, que había desaparecido hacía 20 años, había muerto. Y lo que le había dejado, no era ni dinero, ni presentes, ni nada material; le había dejado a su propia hija, Yumi, una extravagante adolescente, adicta a ir de compras, y con doscientos millones de dólares en su cuenta. Hubert decide viajar a Tokyo, nueve años después de su última visita, y descubre que la muerte de Miko, no ha sido casualidad...
Berend Botje, una niña de 11 años, descubre un huevo misterioso. Con la ayuda de su familia y amigos, procurará llevarlo de regreso a su isla natal para que nazca.... Berend BotjeCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Berend Botje
Sabina vive con y de sus padres a los treinta y tantos. Otra "artista" que se arrastra por un Madrid en perpetua crisis, rodeada de gente aún más triste y chunga que ella misma. La casualidad le regala la oportunidad de "petarlo"… y lo va a intentar. Soy una buena personaCritica: Lo nuevo de la "prestigiosa" productora de Norberto Ramos de Val (tito Norber) es "Soy una buena persona", con una de sus musas Alba Fontecha y la fauna que suele poblar este tipo de films. Soy una buena personaSe presupone que esto es una comedia, aunque lo veo más como una critica burda y zafia, con personajes histriónicos (pero sin música de extraterrestes, mal ahí) como tantas veces hemos visto en el "Norberverso", spam a saco incluido y merchandaising de otras de sus obras, poblan todo el film de fondo o en primer plano (por si alguien tiene el valor de verlas). Soy una buena personaEl film tiene partes bastante realistas y pueden abochornar a gran parte de su publico. Sabina es una mujer de treinta y tantos que tira por la rama artística, vive en casa de sus padres, se viste como una veinteañera y cree que algún día podrá vivir de su arte. Desgraciadamente Sabina no sabe donde se mete y junto al hecho de ser una "buena" persona (fumeta, ladrona a sus "amigos", ligera de cascos con el primero que pase...), ve la oportunidad de su vida para meterse en esta competitiva industria. Soy una buena personaLa parte que me gusta del film y de ahí el 2 en vez del suspenso total, es la parte crítica. Pese a ser muy burda, cumple su cometido. Hemos politizado cualquier atisbo de arte, y ahora tiene que ser bien queda con todos y pasar el filtro de los clásicos colectivos que no voy a enumerar. El resto del film, pues otro truño ineficiente sacado de la productora. Una gran idea y quiza la oportunidad de redención del tito Norber, truncado de nuevo por personajes absurdos, guión que te ríes de lo malo que es y un cutrismo a niveles desorbitados. No niego que el tito Norber "sea una buena persona" pero lo que son sus films, son todo lo contrario. Otro bodrio para añadir a la colección, otro intento de encontrar algo de luz en la mayor absoluta oscuridad.Toca seguir en el pozo. Esperando a la próxima "joyita".
Diez años después de su divorcio, Jane y Jake Adler se unen para la graduación universitaria de su hijo y terminan durmiendo juntos inesperadamente. Pero Jake está casado, y Jane se está embarcando en un nuevo romance con su arquitecto. Ahora, ella tiene que resolver su vida, justo cuando pensó que lo había resuelto todo.
Johan es un excéntrico e inadaptado habitante de una pequeña aldea noruega. Huérfano desde niño y aficionado a los explosivos, Johan intenta conquistar el corazón de su vecina Solvor, a quien voló por los aires accidentalmente de pequeños.
Robo is an amazing story of friendship between a boy and a robot. Where a whole new world opens up for both of them. The boy learns to be strong and courageous, and the robot, initially devoid of feelings, begins to empathize and experience real human emotions.....Mi amigo RobotCritica: En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....Mi amigo Robot
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