Desde la perspectiva de Igor, vemos los oscuros orígenes del joven asistente, su amistad redentora con el joven estudiante de medicina Viktor Von Frankenstein, y nos convertimos en testigos de la aparición de cómo Frankenstein se convirtió en el hombre - y la leyenda - que conocemos hoy en día.
La historia transcurre en un universo paralelo: en la gran ciudad donde se ambienta Powers habitan todo tipo de superhéroes y supervillanos, y sus peleas son una parte más del ajetreado ritmo diario de la ciudad. El veterano detective de homicidios Christian Walker es el encargado de ocuparse de los casos que están relacionados con poderes, con la ayuda de su novata y joven compañera recién asignada, Deena Pilgrim. Pero el trabajo de un policía en un mundo habitado por seres con poderes es distinto, diferentes armas y sobre todo diferente manera de pensar, ellos necesitan un tipo especial de policía para poder encargarse de ese trabajo. PowersCritica: Pero mira que era fácil, señores de Sony. La gente solo quiere ver zombies y súper héroes. Así que cualquier tontería que tenga una de las dos cosas tiene medio camino recorrido. Así que si elegimos super heroes, elegimos: fantasía, acción, FX, misterio, más acción y algo de sci-fy. Lo que no podemos es hacer una serie de súper héroes que no tenga nada de lo anterior. Y no me vale la excusa de que un tratamiento serio del genero requiere contención. Una cosa es contenerse y otra perpetrar una castaña.Argumento: Una suerte de Watchmen en (muy) malo. Primer gran pecado: el diseño de producción da pena (los vestidos de los Powers dan risa) Segundo pecado: hay capítulos enteros que no ocurre nada. Tercer pecado: los protagonistas dan pena. Sus problemas y tribulaciones interesan nada. Cero empatía Cuarto pecado: la historia no se entiende. Nadie se pregunta ni se explica el origen de los Powers. Al menos en X-men hay una teoría detrás.En resumen: si hay que elegir una seria a ver. Yo no recomendaría este pegote. Y la pregunta: ¿de verdad pensó Sony que podía sacar una serie de video juegos de esto?
El destino de la humanidad yace en los frágiles hombros de Mother Abagail de 108 años de edad y un puñado de sobrevivientes. Sus peores pesadillas son encarnadas en un hombre con sonrisa letal y poderes indescriptibles: Randall Flagg, el hombre oscuro.....The StandCritica: Lo primero que he de decir, es que hasta ahora sólo he visto los 3 primeros episodios. Lo segundo, leí el libro de S.K. Lo tercero, vi la miniserie del 94.Habiendo hecho esas precisiones, he de partir comentando de que me parece arriesgada la narrativa la elegida, la que si bien a ratos puede ser caótica, no deja de ser interesante, pero es obvio que en ese aspecto, haber leído el libro otorga una gran ventaja.Hasta el momento, la presentación de los personajes y la interpretación de quienes los encarnan, me parecen correctas, aunque muchos de estos carecen de profundidad, lo que parece normal, atendido lo coral del relato y la agilidad que buscan imprimirle. La historia, es narrada con el uso recurrente de flashback, lo que me recuerda un poco a "Lost". En general la ambientación está bien lograda y, gracias a los recursos empleados, nos transportan a un mundo con Covid-32, un mundo que podría ser el de "The Walking Dead", pero sin zombies, y en donde las fuerzas que están moviendo las piezas en el nuevo tablero de ajedrez que es el mundo, se encuentran más allá de nuestra comprensión.
Ana se encuentra con Rafa en un encuentro casual y se embarcan en un viaje por carretera para tratar de salvarlo de la bancarrota, o algo peor.....AnaCritica: En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....Ana
Alex y Lisa son una pareja que emprende un largo viaje por carretera para volver al pueblo de sus raíces familiares, ya en su antigua casa, Alex es gradualmente poseído por una entidad maligna, que poco a poco comienza a sustituir su identidad.... Posesión DiabólicaCritica:una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.
Narra la historia de Javier Muñoz, un ejecutivo publicitario de éxito, que tras un año en el paro, él y su familia se ven obligados a dejar el piso que ya no se pueden permitir. Un día, Javier descubre que aún conserva un juego de llaves de su antiguo piso y empieza a espiar a la joven pareja que ahora vive allí. Poco a poco, Javier empezará a infiltrarse en la vida de los nuevos propietarios, decidido a recuperar la vida que ha perdido… aunque eso signifique destruir a quien se ponga en su camino. HogarCritica: Acabo de ver la película y sigo sin dar crédito. Es como un telefilme de sobremesa en A3, pero más ridículo si cabe. Al menos la factura técnica no es de serie B. Solamente eso y los protagonistas, Javier Gutiérrez y Mario Casas, mantienen un mínimo de dignidad en el metraje. HogarTodo lo que esperas que pueda pasar, pasa. Y todos los clichés, uno tras otro, se suceden hasta un clímax final ridículo y absurdo. Hay tantos ejemplos, a cada cual más sangrante, que si hubiese tomado un chupito cada vez que acertaba lo que pasaría en la siguiente escena no me tendría en pie de la borrachera. Reconozco que siempre esperaba equivocarme. Un poco en plan "no se atreverán, no; habría que tenerlos cuadr...". Pues se atreven. ¡Vaya que sí! Si no querías taza, pues taza y media. HogarY es que nada se sostiene en la trama. Todos está llevado al exceso, por lo que a media película solo esperas que, al menos, le den un giro que salve los muebles, pero éste no llega. En vez de eso, más madera. Y si todo esto fuera poco, si ya pensabas que no podría ser peor, te escupen a la cara un epílogo que provoca tanta vergüenza ajena que, si al final no te tiras por la ventana, es porque toca estar confinado en casa. Hogar
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