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Jill Johnson (Camilla Belle), una estudiante de bachillerato, se prepara para trabajar de cuidadora una noche más en una casa situada en una lejana colina. Una vez dormidos los niños, Jill asegura la puerta y conecta la alarma. Pero la tranquilidad de la joven se transforma en miedo cuando unas misteriosas llamadas telefónicas insisten en que compruebe si los niños se encuentran bien. Su miedo se convierte en terror cuando, gracias a la policía, localiza las llamadas y comprueba que proceden del interior de de la casa.
Cuando su novio pierde el dinero de un mafioso, Savi corre para salvar la situación. Pero solo tendrá éxito si logra de una extraña serie de acontecimientos....Looop LapetaCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Looop Lapeta
Cuando un malvado espíritu ancestral hace que los adornos de Halloween cobren vida y siembren el caos, un padre (Marlon Wayans) y su hija adolescente (Priah Ferguson) no tienen más remedio que trabajar en equipo para salvar su ciudad.... La maldición de Bridge HollowCritica: esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... La maldición de Bridge Hollow
Adam Cassidy (Liam Hemsworth), un joven de 26 años, odia su trabajo en la compañía tecnológica Wyatt Corporation. Cuando manipula el sistema para ayudar a un amigo, es acusado de un delito federal. Su jefe Nicholas Wyatt (Gary Oldman), le propone un trato para evitar la cárcel: infiltrarse en la compañía de Jock Goddard (Harrison Ford), antiguo mentor de Wyatt, y actuar como espía industrial. Adam acepta y logra ascender rápidamente, descubriendo en sí cualidades que jamás imaginó poseer. Ahora su vida es perfecta; adora su trabajo, tiene un Porsche y sale con la chica de sus sueños. Y todo lo que tiene que hacer es traicionar a los que le rodean. Paranoia Traición al límiteCritica:Después de ver películas así, me pregunto cómo es posible que lleguen a la gran pantalla. Claro que luego te das cuenta de que la mayoría de planos se dedican a mostrar al actor de turno luciendo trajes o enseñando torso y lo entiendes... pura fachada. Esto intenta ser como "La Tapadera" o "El Informe Pelícano" para las nuevas generaciones, con móviles de última generación. Traición al límitePorque de eso va esto, de compañías que desarrollan móviles, enfrentadas. Liam Hemsworth es un niñato que se mete en un lío por usar ilegalmente, una tarjeta de crédito de la compañía donde trabaja y pasarse del límite. A cambio de no presentar cargos, su jefe (Gary Oldman) le convence para ser espía industrial en la compañía de su rival y mentor (Harrison Ford) y a partir de ahí... pues lo de siempre, engaños varios, traiciones, asesinatos y un final previsible a más no poder que se ve venir de lejos (aclaro en spoiler con spoilers).Encima es aburrida. Bueno, no, aburridísima, tediosa, lenta, previsible... (aunque dure apenas hora y media), y para colmo, a Liam Hemsworth le hacen falta varias lecciones de actuación, porque no es posible que mantenga la misma expresión para todo. De hecho, dan ganas de entrar en la película y soltarle un par de leches a ver si cambia su cara. Traición al límiteEl guión es una nulidad, y se dedica a repetir la fórmula que ya hemos visto en muchas otras ocasiones y además recientemente, como por ejemplo en "21 Blackjack", en la que un joven genio de algo, consigue un éxito muy rápido a base de alguna ilegalidad para después caerse con todo el equipo y aprender una lección de paso. Pero peor, porque aquí ocurre todo tan rápido y se pasa de uno a otro extremo sin los adecuados conectores (aclaro en spoiler) que resulta de lo más artificial y poco creíble. Vamos, ninguna sorpresa a la vista.¿Qué queda pues? Pues lo poco bueno lo aportan los secundarios de lujo, totalmente desaprovechados y que son los ya mencionados Ford y Oldman, a los que se unen Richard Dreyfuss como el padre de Hemsworth (¿en serio tienen que repetir siempre el mismo tópico sobre hijo avergonzado de su padre fracasado pero que en el fondo tiene razón?), Josh Holloway como un agente del FBI (dos escenas y poco más) y Julian McMahon como un sicario dispuesto a todo. Traición al límite
En 1971, un joven y desorientado soldado británico llamado Yann Demange, se extravía tras un motín en las mortales calles de Belfast. 71 SobreviviendoCritica:Matar para algunos es un deporte, una necesidad, una costumbre, un desahogo, una liberación, un pretexto, una demostración de que llevan razón y el otro está errado. No aceptamos las pequeñas diferencias que se engrandecen y manipulan para acomodarse a un discurso excluyente de la diferencia, de la disidencia, del integrismo ideológico o religioso más rancio. Pero lo que más sorprende y desasosiega es comprobar como el odio visceral y asesino anida y se manifiesta en comunidades que durante tanto tiempo han sido pacíficos vecinos pero que por insondables circunstancias, explota y vuelve insalubre y ponzoñoso cualquier intento de coexistencia y el más mínimo gesto causa estragos, deflagraciones y aquelarres. SobreviviendoConocemos pretéritas guerras de religión que asolaron la cristiandad hace ya siglos, que se nos antojan reliquias arcaicas de sociedades intransigentes y mendaces, educadas en ideas monolíticas de cómo deben de ser las cosas y cómo nos debemos de comportar. Pero no hay más terrible maldición que la larga sombra de los agravios imaginados que comunidades enteras abrazan como una seña de identidad como si la convivencia feliz fuera una derrota, siempre presurosos en querer devolver, ampliado, cualquier agravio por nimio o involuntario o fabulado que sea. Y si recientemente asistimos perplejos al desgarro de la multiétnica Yugoslavia, es aún más atroz que estas vendettas pavorosas se hayan producido – hasta casi antes de ayer – en el mismísimo Reino Unido. SobreviviendoEsta película es una excelente recreación del sinsentido encarnizado y brutal que se dio durante décadas en Irlanda del Norte, intoxicando la convivencia entre católicos y protestantes hasta convertirla en un infierno cruento y bestial, un laberinto apenas aliviado por fugaces muestras de pasajera humanidad. Nos centramos en un hecho aislado, en un soldado británico extraviado por las calles de Belfast y perseguido como una alimaña por el IRA. Pero nos ofrece también los entresijos de una guerra sucia con la que los británicos tratan de enlodazar al IRA y que por ello, su novato soldado desorientado estaría mejor muerto, ya que su supervivencia provocaría una tensa incomodidad al haber sido testigo involuntario de los tejemanejes de sus correligionarios. Matar la prueba, diezmar al enemigo… ¿cómo escapar? Sobreviviendo
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