Cain (Duhamel), se despierta en un hospital mexicano sin tener memoria. Después de conocer a Anna (Cornish), descubre quién es, pero pronto se encuentra luchando por su vida cuando varias facciones de cárteles en guerra lo atacan, cada una buscando algo que ha robado. Cain busca a su compañero de trabajo y mentor, el agente de la DEA McCoy (Nolte), en busca de respuestas....BlackoutCriticA: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Blackout
¿Cansado de los vídeos de gatitos que pueblan internet? Bad Cat tiene la solución a esta sobredosis de monerías, proponiendo una adaptación del cómic underground más popular en Turquía. Sus creadores definen al protagonista como un cruce entre Garfield y Fritz el Gato, envuelto en un embrollo al más puro estilo Tarantino. Kötü Kedi Serafettin Bad CatCritica:La historia, es bastante simple y se basa en la adaptación de un cómic que se hizo popular en Turquía hace un par de decadas. Su protagonista es un gato malhablado que marca el tono de toda la película, aunque no acaba de tener la mala leche que promete, según sus propios directores por la perdida de libertad que ha sufrido su país en los últimos años, ya que dicen que el cómic es más explícito y políticamente incorrecto.La película no enseña nada, según hay historia, pero los personajes no aprendieron nada, todo volvió a quedar como en el primer minuto, lo que la hace prescindible. Lo único interesante es contar el número de crímenes que comete el protagonista… dejó de ser divertido pasando del crimen número 15. Bad Cat¿Saben que es lo peor? Que la película quiere ser irreverente, subversiva… pero es cobarde, es como uno de esos niños malcriados que se creen invencibles que cuando se topa con una prueba de carácter real se moja en sus pantalones y corre a llorar bajo las piernas de su madre. Nadie muere, no hay escenas explicitas, no vemos consecuencias interesantes o que realmente hagan interesante a la trama. Son como una colección de gags que por si solos apenas funcionan, pero verlos por casi dos horas simplemente aburre.Y supuestamente hay una historia, o hay varias historias que se cruzan y envuelven al protagonista. Tenemos la historia del tipo que asesinó Shero (creo que así se llama el gato protagonista) quien regresa para vengar la muerte de su gata convertido en un zombi… No, no estoy exagerando, el hijo bastardo de Shiro que intenta ganar la aprobación de su padre. También hay una gata nueva blanca voluptuosa que solo sirve para alterar la hormona de los furries, otros personajes irrelevantes y que solo con hablar ya te da sueño. Bad Cat
En Nueva York, un adolescente se gana la vida vendiendo objetos místicos difíciles de encontrar a hechiceros, pero traficar con magia puede ser un negocio arriesgado...
Precuela de la trilogía "El Señor de los Anillos", obra de J.R.R. Tolkien. En compañía del mago Gandalf y de trece enanos, el hobbit Bilbo Bolsón emprende un viaje a través del país de los elfos y los bosques de los trolls, desde las mazmorras de los orcos hasta la Montaña Solitaria, donde el dragón Smaug esconde el tesoro de los Enanos. Finalmente, en las profundidades de la Tierra, encuentra el Anillo Único, hipnótico objeto que será posteriormente causa de tantas sangrientas batallas en la Tierra Media. The Hobbit: An Unexpected Journey El HobbitCritica:Desde que terminara la exitosa trilogía del Señor de los Anillos allá por 2003 Peter Jackson ha encadenado un par de filmes que -cuanto menos- han sido ampliamente criticados. King Kong ya adolecía de ciertos aspectos que lastraban la película y que se repetirán en El Hobbit, como el metraje excesivo y la inclusión de ciertas escenas que sobrepasaban peligrosamente el límite de la grandilocuencia llegando a estar cerca de la vergüenza ajena -como olvidar aquella bochornosa persecución por unos dinosaurios en un desfiladero-. En definitiva, el gusto por lo desmesurado. El HobbitEn el Hobbit esto se hace palpable incluso de manera más obvia, en un film completamente lastrado por la decisión -comercial por supuesto- de dividir la obra de Tolkien en tres películas (dos si damos por cierto los rumores de que la tercera narrará los acontecimientos que tienen lugar en el lapso de tiempo entre el Hobbit y el Señor de los Anillos) y de que en concreto la primera de ellas tenga una duración de 169 minutos. Estamos hablando pues de concentrar un libreto de poco menos de 300 páginas en dos (?) películas, lo que resulta a todas luces excesivo y obliga a la inclusión de metraje abusivo con sus correspondientes tramas para -por qué no, decirlo claramente- rellenar. (Ver spoiler para datos más concretos). El HobbitLa película encadena un arranque más o menos prometedor, para luego perderse en un desarrollo lleno de subtramas (la mayoría ridículas) y terminar de la forma más grandilocuente posible. Martin Freeman se antoja como un rotundo acierto, dotando al personaje de la inocencia y los fogonazos de valentía característicos de Bilbo Bolsón, así como de ciertos ticks y expresiones que hacen que el personaje funcione muy bien. Sus compañeros de viaje resultan menos redondos: un Gandalf que no nos aporta nada nuevo y unos enanos en su mayoría estereotipados, con un Thorin a la cabeza que resulta, por momentos, una caricatura de sí mismo. El Hobbit
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