El descubrimiento de una antigua pirámide enterrada bajo los hielos de la Antártida hace acudir hasta el continente helado a un equipo de científicos y aventureros. Una vez allí, hacen un descubrimiento aún más aterrador: dos razas de extraterrestres en guerra. Gane quien gane, nosotros perdemos. La increíble y terrorífica aventura comienza cuando el millonario industrial Charles Bishop Weyland reúne a un equipo internacional de arqueólogos, científicos y expertos en seguridad, dirigidos por la especialista en medioambiente y aventurera Alexa ”Lex” Woods, para investigar unas misteriosas ”emanaciones de calor” que surgen desde las profundidades de la Antártida. AVP: Alien vs. Predator Alien vs. depredadorCritica:Paul W.S. Anderson es un "especialista" (llamémoslo así) en cine de entretenimiento puro y duro. Sus películas ofrecen espectáculo visual, mucha acción y poca profundidad, pero son entretenidas y están más o menos bien hechas. Películas como Resident Evil, Soldier o Death Race dan una idea de lo que Anderson puede ofrecer, lo cual no es malo, ya que uno sabe a qué atenerse. Y ¿qué queréis que os diga? Hay muchas cosas peores que ver en una sala de cine, que una amena película de acción. AlienNo trato de ser un defensor a ultranza de Anderson por un sencillo motivo: autores como McTiernan, Cameron o Spielberg han demostrado que acción y ciencia ficción con carácter lúdico no tienen por qué estar reñidas con la calidad. De hecho McTiernan dirigió el primer Depredador y Cameron el segundo Alien, en sendos films claramente orientados a que el público lo pasase bien. ¿Por qué entonces he comenzado con cierta defensa hacia Anderson? Porque todavía tengo en mente la aburrida, torpe y prescindible Predators, la cual, posiblemente, nos haya enseñado a muchos a valorar más positivamente los espectáculos de mero entretenimiento.Una vez ha quedado claro el carácter de esta producción, sólo me queda comentar mínimamente argumento, personajes y referencias. El relato nos sitúa en el Ártico, donde una expedición comandada por un excéntrico millonario investiga una fuente de calor detectada. Allí se encontrarán en medio de una lucha encarnizada entre aliens y depredadores, de la que intentarán salir con vida. AlienLos personajes del grupo están completamente estereotipados, dejando la impresión de que el guión no los ha trabajado debidamente porque aquí lo que importa son los combates entre monstruos y lo que éstos son capaces de hacer. En ese sentido no me ha resultado insultante el uso de estos dos míticos personajes, ni el esquematismo propio de un vídeo-juego, ya que tras visionar las vibrantes secuencias de acción, ninguno queda en mal lugar (algo que, por ejemplo, no se puede decir de Alien IV, Depredador 2 o Predators).Como os podéis imaginar, los guiños a las películas anteriores de Alien y Depredador son constantes. Entre ellos me gustaría destacar la aparición de Lance Henriksen, aquí en el rol del millonario antes citado y que en Aliens: el regreso encarnó al robot Bishop, evocando tímidamente el juego de pasarse un cuchillo por los dedos, sin herirse, lo que, si la memoria no me falla, despertó las sonrisas de muchos en su día. Alien
Un perro artificial pero aparentemente real, Archie, por parte de una experta en robótica de renombre mundial. A pesar del éxito del experimento, el ejército pondrá fin a sus estudios, momento en el que dicha especialista, en vez de destruir a su creación, permite que escape con la esperanza de que encuentre una familia que cuide de él... a pesar de unas habilidades especiales poco asociadas a los perros, tales como poseer una fuerza sobrehumana, visión de rayos X o la capacidad de hablar.
El francotirador de operaciones especiales Brandon Beckett es el principal sospechoso del asesinato de un dignatario extranjero en la víspera de la firma de un acuerdo comercial de alto perfil con los Estados Unidos. Beckett, que escapa por poco de la muerte, se da cuenta de que puede haber un agente oscuro trabajando dentro del gobierno, y se asocia con la única persona en la que puede confiar: su padre, el legendario sargento de francotiradores. Thomas Beckett. Ambos Becketts huyen de la CIA, mercenarios rusos y Lady Death, una asesina entrenada por Yakuza con habilidades de francotirador que rivaliza con ambos francotiradores legendarios. SniperCritica: Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. SniperEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Sniper
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