Agobiado porque el ritmo de la vida moderna apenas le deja disfrutar de su familia, Bob Munro planea unas vacaciones en Hawaii. Pero, desgraciadamente, su jefe lo necesita para una reunión en Colorado. Munro se lo oculta a sus familiares y los convence para que, en lugar de ir a Hawai, alquilen una caravana para ir a las Montañas Rocosas, en Colorado.
Un nuevo relato de los orígenes de Dragon Ball, esta es una versión diferente de la reunión de Goku, Bulma, Oolong y Yamcha. Todos están buscando las esferas del dragón por diferentes razones cuando se cruzan con un rey malvado llamado Gourmeth, que también está buscando las esferas del dragón.
Dos policías corruptos de Nuevo México intentan chantajear a cada criminal que se cruza en su camino. Todo tomará un giro de lo más funesto cuando intenten intimidar a alguien que resulta ser más peligroso que ellos.
Policías de otro mundo persiguen a espíritus monstruosos quienes intentan escapar del juicio final escondiéndose entre los vivos. Cuando descubren un plan que podría acabar con toda la vida, ellos deben trabajar para restaurar el equilibrio cósmico. R.I.P.D Policía del más alláCritica:Qué bien nos lo hemos pasado con las 'buddy movies'. Resulta curioso comprobar que, finalizada la proyección, uno se queda más con la química desprendida por esos sabuesos amigos y las aventuras que nos han hecho provocar más de una carcajada que con el género y el propio argumento en sí. No importa tanto que el primero sea manido o desdibujado y que el segundo llegue a resultar inverosímil, puesto que la camaradería es el eje que sostiene la acción, la que le da forma y caracteriza como un castillo gótico a una de terror o un sombrero de paja sobre una botella en un western.También resulta curiosa la proyección que las 'buddy movies' tuvieron en el devenir del cine pulp y su estacionamiento en la cultura popular. Discutiblemente, a partir de ‘Arma Letal’, esta categoría sería mayoritariamente identificativa de las películas policiacas, restringiendo un tanto su rango de amplitud, que antaño se podía extender en el género de la comedia mafiosa o las aventuras infantiles. Policía del más allá‘Men in Black’ se apuntó un tanto a su favor a la hora de reinventar el concepto de 'buddy movie' a través de la ciencia ficción sobrenatural proveniente del cómic alternativo. ‘R.I.P.D’, a su vez, intenta continuar en la estela de aquella con fuentes y esquemas similares pero con lacras bastante más palpables que los títulos anteriormente mencionados.Si bien, la línea divisoria que presentaban aquellos agentes secretos de traje negro entre la comedia y el drama personal y argumental supuso un fuerte sustento a la hora de cumplir la máxima de una película de ciencia-ficción: hacer verosímil lo inverosímil. ‘R.I.P.D’, por el contrario, parece renunciar a dicho sustento en pos de la bufonada descarrilada y el chiste fácil a través de situaciones obvias e impostadas, herencia del 'slapstick' o la 'sit-com'. Policía del más allá
Ally Darling (Anna Faris) es una chica que ha tenido una vida amorosa bastante decepcionante y ha acabado completamente sola. Tiene problemas incluso para encontrar un acompañante para asistir a la boda de su hermana. Sin embargo, de manera completamente inesperada, conoce a Colin Shea (Chris Evans), un atractivo joven que huye de su novia. Entre ambos se establece una extraña relación y, además, un pacto secreto.
Lisa lleva cinco meses con Tom. Todo va bien hasta que descubre su obsesión con la Navidad, una época que ella detesta. ¿Será hora de dar otra oportunidad a las fiestas?...Todavía creo en SantaCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Todavía creo en Santa
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