Una adolescente con problemas de autoestima encuentra confianza de la manera más improbable, pasando su verano luchando contra los vampiros que se aprovechan de los marginados de Nueva Orleans con la ayuda de su mejor amigo, el chico por el que siempre ha añorado, y una peculiar chica rica.
Década de los 60. Estados Unidos y la Unión Soviética se encuentran en plena Guerra Fría. El 1 de mayo de 1960 un avión espía americano fue derribado por el ejército enemigo cuando sobrevolaba territorio soviético. Sorprendentemente, el piloto, Francis Gary Powers, logra escapar gracias a su paracaídas. Cuando ya se creía a salvo, es capturado por los rusos. El abogado James B. Donovan (Tom Hanks, 'Al encuentro de Mr. Banks') es el encargado de negociar la liberación del soldado. Puente de espíasCritica:Desde hace ya varias décadas, qué duda cabe, Steven Spielberg ocupa un lugar destacado en el Olimpo de los grandes de la Historia del Cine. Lo ocupa no solo por sus grandes películas y sus obras maestras, sino también por el papel que viene desempeñando en la industria desde casi los comienzos de su carrera, y la repercusión de la “marca Spielberg” a nivel popular. Asociado ya para los restos al epíteto de Rey Midas de Hollywood, un título del que habrá que ir pensando en destituirle un día de estos (desde hace cuánto hace que no tiene un pelotazo en la taquilla; ni siquiera Tintín lo fue), Spielberg es un cineasta a redescubrir a partir de sus títulos más olvidados o menos reconocidos. Y sospecho que “El puente de los espías” lleva camino de convertirse en uno de ellos de aquí a nada. Puente de espíasY es que una cosa hay que dejar clara: nadie rueda en el cine actual con la elegancia y la sobriedad con la que rueda Steven Spielberg sus películas. Luego ya podemos hablar de si son películas mejores o peores, podemos entrar a debatir sobre si es un tipo convencional, ñoño, patriotero o manipulador. Son pequeños matices que se quedan en nada cuando vemos esa elegancia y esa sobriedad con la que están enfocadas la práctica totalidad de sus trabajos. Eso que en parte le convierte en un director transgresor que, frente a muchos gurús del cine moderno, antepone la narración al artificio, la elegancia y sobriedad en unos tiempos en los que la elegancia y sobriedad son valores que cotizan claramente a la baja. “El puente de los espías” es una película sobre los años cincuenta que parece haber sido rodada en los años cincuenta; no hay más que ver la película para comprobar que lo que acabo de decir no tiene un pelo de peyorativo. Puente de espíasSpielberg nos coloca aquí ante la historia de un hombre normal – y quién mejor que Tom Hanks para encarnarlo- en medio de un conflicto que le supera y del que sólo quiere desembarazarse cuanto antes. Coger su abrigo y tomar la puerta porque echa de menos su hogar y su cama. No le quedará otra que apelar a sus propios principios e ideales, a su sentido individual de la justicia. Sus valores, los de la sociedad americana de la época que en este caso no podía hacer como los Marx que si no le gustaban tenían otros.El nuevo trabajo de Spielberg entronca muy bien con el anterior, “Lincoln”, en el que también se recalcaba esta idea. La historia frente a la Historia, el hombre frente a la Humanidad. No hay buenos ni malos en un mundo en el que somos simples peones en el gran tablero universal. En el fondo, importa poco sacrificar un peón por un alfil, valen casi lo mismo. Es lo que hay, ante esto no cabe manipulación alguna – en este sentido, el guión viene avalado por unos tipos tan poco sospechosos de manipuladores como los Coen-, a Spielberg sólo le interesa lo que tiene en la cabeza el personaje de Hanks, y con él toda una sociedad dominada por la histeria colectiva, lo que podamos interpretar nosotros a posteriori cincuenta años después se la trae al fresco.Bridge of Spies Puente de espías
Tres chicas adolescentes en busca de la felicidad deciden unirse a una comunidad aislada que prohíbe las citas amorosas, dirigida por un líder carismático.
Un grupo de jóvenes de un correccional son enviados a un hotel para trabajar en su restauración durante el fin de semana. Lo que no sospechan es que allí vive un asesino en serie que hará de su estancia un infierno. See No Evil Los ojos del mal MalignoCritica:A nuestra querida Black Mamba en “Kill Bill” le cuesta sangre, sudor, lágrimas y las palizas de un viejo misógino oriental aprender ese loable arte de sacar los ojos. Muy útil para llorones habituales, fusiladores cegados por el odio y el deseo, venganzas imposibles y recomendadísimo para acabar con el calvario de numerosos espectadores que padecemos la visión de bodrios y películas lamentablemente mediocres. MalignoAlguno puede gritar a los cuatro vientos que la cinta de Gregory Dark, director de cine porno y clips musicales de artistas como Britney Spears o Xzibit, es una de las propuestas salvables dentro de las ‘slasher movies’ actuales. Otros darán la razón a la prensa americana que descuartizó sin compasión la película pese a cumplir con sus objetivos en el box office estadounidense.Aunque los problemas de “See No Evil” (la traducción en España posiblemente sea “No me cortes el cuello, que no te veo”) son los mismos que las ultimas atrocidades del cine de terror americano: una presentación de personajes lamentable, un montaje bochornoso aderezado con esos zooms in/out tan groseros más propicios para el cine X, la repetición de clichés horrendos habituales y un argumento chapucero más adecuado para una comedia de adolescentes – un cruce torpe de “Hotel Glam”, con camorristas del tres al cuarto, “Hostel” y “Saw”. MalignoAnte semejante infamia y cúmulo de disparates por habitación de hotel uno no sabe si unirse a sus inefables inquilinos a jugar al escondite inglés con el asesino, emular a Linda Lovelace tragándose el último modelo de móvil para que el politono haga más llevadera la indigestión o recluirse, como ese gigantón beato y pajero, para evitar el contacto de la luz solar o presenciar películas tan patéticas y ramplonas como “See No Evil”. Maligno
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