Segunda Guerra Mundial. Durante la ocupación de Francia por los alemanes, Shosanna Dreyfus presencia la ejecución de su familia por orden del coronel nazi Hans Landa. Ella consigue huir a París, donde adopta una nueva identidad como propietaria de un cine. En otro lugar de Europa, el teniente Aldo Raine adiestra a un grupo de soldados judíos "Los bastardos" para atacar objetivos concretos. Los hombres de Raine y una actriz alemana, que trabaja para los aliados, deben llevar a cabo una misión que hará caer a los jefes del Tercer Reich. El destino quiere que todos se encuentren bajo la marquesina de un cine donde Shosanna espera para vengarse.....Bastardos sin gloriaCritica: 1. El triunfo de la voluntadMás un cineasta maldito que bastardo, Quentin Tarantino tiene innumerables padres cinematográficos que tejen, sobre diferentes tonos y géneros, un compendio fílmico cuya individualidad supera el conjunto que ofrece el mosaico de referencias. No se trata de una conexión directa con el género o el filme que origina el título de la cinta, “Aquel maldito tren blindado”, sino que el talento y estilo propio del cineasta se impone creando una nueva visión dimensionada del autor. Es así un filme puramente tarantiniano cuyos orígenes quedan borrados y ametrallados por la cinefilia y genialidad.La secuencia que abre la película es simplemente monumental: aparece el título «Capítulo 1: Érase una vez… En una Francia ocupada por los nazis». Se abre como un western con tono clásico a lo Ford o Eastwood con la banda sonora de “El álamo” en los créditos, pero alude también al spaghetti western con vistas a Leone y a su fiereza. La planificación es maravillosa y se sostiene con referencias propias: diálogos continuos rellenado una larga secuencia hasta que la violencia encumbra el clímax. Esa lucha constante entre el cine clásico y la serie B hace erigir el triunfo de aunar la elegancia, precisión y monumentalidad clásica con la originalidad, provocación y radicalidad del cine alternativo. Tarantino es el único cineasta que ha alcanzado el equilibrio perfecto entre ambas corrientes creando un estilo propio.2. Teléfono negro, hoy volamos hacía Paris“Malditos bastardos” presenta a uno de los villanos más maquiavélicos de la historia del cine, el coronel Hans Landa, que construye en la apertura el leitmotiv de toda la cinta: un simple disparo puede cambiar toda una guerra como si de un efecto mariposa se tratase. No sólo es una representación conocida del concepto del azar sino del conocimiento personal y las vivencias. Es importantísimo el juego de idiomas en el guión y el pasado que arrastran los personajes como los actos que desencadenan.....Bastardos sin gloria
En un futuro cercano, un grupo de periodistas de guerra intenta sobrevivir mientras informan la verdad mientras Estados Unidos se encuentra al borde de una guerra civil.
Narra la historia de Moisés (Christian Bale), un hombre cuyo coraje desafió a un imperio cuando se rebela contra el todopoderoso faraón Ramsés (Joel Edgerton), liberando a 600.000 esclavos en una épica huida a través de Egipto, llena de peligros y mortíferas plagas, en busca de la Tierra Prometida.Exodus: Gods and Kings ÉxodoCritica:A favor o en contra de los remakes? Un debate perdido de antemano pues los remakes han existido desde siempre, y la historia bíblica de Moisés daría para un buen ciclo monográfico sobre el asunto: tenemos una película muda de 1923 dirigida por Cecil B. DeMille, otra a color que fue dirigida por el mismo director 33 años más tarde, la nada desdeñable adaptación animada que hizo Dreamworks en 1998, alguna adaptación televisiva no muy lejana y estoy seguro de que alguna versión más que me dejo en el tintero.ÉxodoEn todo caso la más famosa y mejor recordada es sin duda la segunda película de esa lista, protagonizada por Charlton Heston. Hace no mucho la pasaban cada año por la tele en determinadas fechas, junto con Ben-Hur una de esos clásicos de épica religiosa que todo el mundo había visto… Pero eso ya se acabó, el concepto de cultura general que hemos compartido las generaciones anteriores está hoy cambiando a velocidad de vértigo, y es hoy abrumadora mayoría la juventud que no ha visto esas películas, que les provoca urticaria sentarse a ver algo que parece tan viejo, y que además la figura de Moisés les suena muy poco… o nada. Por ello si nos ponemos realistas, en vez de envilecer al señor Ridley Scott, habría casi que darle las gracias por modernizar una vez más esta historia.Entrando ya en materia, estamos ante un grandísimo deleite visual, si los chavales no se pueden tomar en serio el cartón piedra de “Los Diez Mandamientos” con esta “Exodus” no tienen excusa que valga. Jamás el Antiguo Egipto ha lucido tan bien en pantalla, tan real y palpable, con todo lujo de detalles sientes que estás viviendo en una ciudad del Nilo, con su centro monumental de poder, separado de los mercados, talleres y viviendas de las clases medias urbanas, y por último los arrabales de los pobres. No es casualidad que toda adaptación de este mito hebreo se haya tomado su tiempo en enseñar el esplendor de la civilización egipcia con toda la fastuosidad que solo una superproducción de Hollywood puede ofrecernos. Aunque en la tradición “democrática” de la propaganda americana a los egipcios les toca ser el imperio tirano y esclavista, igual que en Ben-Hur lo era Roma (casualmente los hebreos estaban de por medio en ambas) y en 300 le tocó al Imperio Persa. Para más detalles sobre la historicidad del mito de Moisés me remito a la crítica que escribí en su día sobre “Los Diez Mandamientos”. Éxodo
En los años 70, un variopinto grupo de exploradores y soldados es reclutado para viajar a una misteriosa isla del Pacífico. Entre ellos están el capitán James Conrad, el teniente coronel Packard y una foto-periodista. Pero al adentrarse en esta bella pero traicionera isla, los exploradores encontrarán algo absolutamente sorprendente. Sin saberlo, estarán invadiendo los dominios del mítico Kong, el gigante gorila rey de esta isla. Será Marlow, un peculiar habitante del lugar, quien les enseñe los secretos de Isla Calavera, además del resto de seres monstruosos que la habitan. Kong: Skull Island KongCritica:La historia de King Kong se ha convertido, a través de sucesivas versiones, más en un "clásico" que en una verdadera "historia". Conocemos su fondo de bella y bestia con Ann Darrow, su colorido grupo de cineastas llegando a una isla misteriosa, el primer avistamiento del temible mono, la imprescindible escalada al edificio más alto de Nueva York... trozos de leyenda que las diferentes versiones han ido recolectando, con mayor o menor fortuna. El gigantesco simio ya es casi un conocido, una figura salvaje pero bondadosa que no guarda misterios para nosotros. KongPor eso, lo primero que 'Kong: La Isla Calavera' establece es que estamos ante un monstruo, tan antiguo como el planeta y el doble de terrorífico. Y después, justo después, nos lleva de vuelta en inquietante viaje, a aquella isla de leyenda olvidada por el tiempo, donde la evolución no se plegó a las leyes del hombre. El gozoso resultado es una magnífica aventura, tan encantada de reverdecer el mito del Rey Gorila como de rendir tributo a sus clásicos (que el duro héroe del relato se apellide Conrad no es solo un guiño simpático, sino una pista de quién ha dado la principal inspiración para esta renovada inmersión en el corazón de las tinieblas).El año es 1971: la guerra de Vietnam, las revueltas por los derechos humanos y un país en progresivo cambio dibujan una realidad deprimente, donde una agencia gubernamental buscando mitos está a un alto el fuego de irse a pique. Nadie va a invertir en viejos cuentos, cuando la verdadera guerra se libra en el alma de una sociedad que empieza a despertar al desencanto. Kong
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