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Utorrent | REMUX 1080p | 25.6 GB | Descargar |
Henry Lee Lucas tuvo una infancia muy desgraciada y acabó en la cárcel por acuchillar a su madre. Una vez en libertad, se convierte en un asesino que escoge a sus víctimas al azar y cada vez utiliza un método distinto con el fin de no ser descubierto. Otis, un tipo que conoció en prisión, es su cómplice. Un día llega Becky, la hermana de Otis, y se queda a vivir con ellos. Pronto entre ella y Henry surge un sentimiento mutuo de atracción. Una noche, Otis y Henry salen de juerga y matan a dos prostitutas en un callejón. Desde entonces, la sed de sangre que se apodera de ellos no conoce límites.
Málaga, 2010, cabalgata de los Reyes Magos. El momento más mágico del año se torna en pesadilla para la familia Martín cuando su hija Amaya desaparece entre la multitud. Miren (Milena Smit), una periodista en prácticas, comienza una investigación paralela a la de la inspectora Millán (Aixa Villagrán) que despertará aspectos de su pasado que habría deseado olvidar. Con la ayuda de su colega periodista Eduardo (Jose Coronado), Miren no parará hasta encontrar a la niña....La chica de nieveCritica: Esta serie es demasiado impostada como para que se vea sin sobresaltos, producidos, sobre todo, por unas actuaciones tan grandilocuentes y tan inexplicables, que causan primero estupor, luego sobresalto y, por último, hilaridad.No es que la cara permanentemente sombría de la protagonista, sin que se sepa porqué hasta bien avanzada la serie, - y, aun así, muy discutible-, arruine su papel por completo; es que su relación con su mentor, José Coronado, tampoco está suficientemente explicada, dando pie a las más inauditas sospechas.Es que a la protagonista le suceden cosas tan desconcertantes que resultan inexplicables hasta que no se lleva una buena parte de la serie consumida o se deducen, malamente, de la trama.Extraña bastante que una periodista becaria primero, y perseverante investigadora después, lleve delantera a la policía casi todo el tiempo, guiada por un instinto que no se sabe de dónde sale ni porqué lo tiene ella, tan triste siempre, tan afectada y tan ausente.En fin, que la serie se deja ver, con muchos fallos de guion y dirección, algunos tan básicos como que el look de los intervinientes apenas cambie con el paso del tiempo (ahí tenemos al director del periódico sin cambiar de peinado ni jersey en una decena de años o a unos funcionarios de policía ocupando el mismo puesto, con el mismo estilo personal durante igual periodo).Mientras llega el visionado de series de verdad, bueno está dejarse caer por ésta, pero sabiendo de antemano, que vamos a ver una serie del montón con unos buenos actores mal dirigidos y una trama tan delirante como confusa.... La chica de nieve
Ésta es la historia de una amistad muy especial que se desarrolla entre Elliott, un chico joven y solitario que reside en un barrio a las afueras de una ciudad californiana, y un visitante sabio y de gran corazón procedente de otro planeta que se pierde en la Tierra. Mientras Elliott intenta ayudar a su compañero extraterrestre a contactar con su planeta natal para que le rescaten, deben escapar de científicos y agentes del gobierno que desean apresar al alienígena. El resultado es una aventura mucho mayor de lo que ninguno de los dos podría haber imaginado.
El militar Markus debe regresar a casa con su hija adolescente, Mathilde, cuando su esposa muere en un trágico accidente de tren. Todo parece ser a causa de la mala suerte, hasta que Otto, experto en matemáticas y también pasajero de tren siniestrado, aparece con sus dos excéntricos colegas, Lennart y Emmenthaler. Otto está convencido de que alguien está detrás de todo esto. Jinetes de la justiciaCritica: Anders Thomas Jensen es ante todo un guionista. A pesar de algunos logros bajo su dirección, hay títulos impresionantes de los que solo es autor del guion original, como Efter brylluppet (Después de la boda), Brødre (Hermanos), Elsker dig for evigt (Te quiero para siempre), y la multipremiada Hævnen (En un mundo mejor), solo por nombrar unas pocas obras maestras en una carrera de casi 25 años y 50 filmes escritos.Su modo singular de escritura desprecia los géneros, lo que siempre es bienvenido, aunque constituye un primer escollo para el espectador que busca completar el crucigrama. Puede uno preguntarse, por ejemplo, ante I Kina spiser de hunde (En China comen perros), si uno se encuentra ante una monumental pavada o ante una obra completamente genial.Pero si se logra dejar que vengan los estímulos que propone la obra, detrás de la máscara del absurdo se esconde un cedazo que filtra cada conducta humana, sus brillos y sus llagas, sus gracias y sus desdichas.Es lo que sucede con el film que nos toca. Retfærdighedens ryttere (The raiders of Justice), es una pintura humana despojada de todo prejuicio, construida con ingenio y con detalles abrumadoramente precisos en cada personaje. Habla del tiempo, del duelo, de la imposibilidad de la entropía, de la triste ilusión de que un algoritmo todo lo resuelve. Habla de la inutilidad de la venganza, de que el humor puede ser el camino más directo al dolor, y a la vez su bálsamo y su vía de elaboración.Sospecho aquí el encuentro de dos obsesiones. La de un militar parco, tosco e implacable, con la de un matemático delirante, torpe y buenazo. La luz que provoca el choque de esos mundos estalla en dados de posibilidades. El desasosiego se les viene encima como un torbellino y acapara sus acciones y las nubla. Todo ello, sin perder jamás el tono socarrón con todas sus complejidades y paradojas. Jinetes de la justiciaEn mi opinión es un film imperdible, y tal vez el primero donde Jensen, además de su guion memorable, asume la dirección con la maestría con que otros, como Susanne Bier, han tratado sus obras en el pasado.Y si algo de lo que aquí expreso les sucede, busquen la filmografía de Jensen como guionista, y empiecen a pasear. Encontrarán un mundo sorprendente, a veces sórdido, otras hermoso, con un ajustado sentido del humor, y con el aprovechamiento del absurdo para entonar el drama, explotar el gozo, sublimar la tragedia, y acaso favorecer su catarsis. Jinetes de la justicia
Se centra en un excéntrico y decidido equipo americano de ingenieros y diseñadores, liderados por el visionario automovilístico Carroll Shelby (Damon) y su conductor británico Ken Miles (Bale). Henry Ford II y Lee Iacocca les dan la misión de construir desde cero un nuevo automóvil con el fin de derrocar el dominio de Ferrari en el Campeonato del Mundo de Le Mans de 1966. Le Mans '66 Ford v. Ferrari ContraCritica:una es hacer una cinta que tome como trasfondo el automovilismo, pero buscando ante todo un entretenimiento, espectáculo sin más para los que son aficionados y para los que no (sobre todo para estos últimos, que son la mayoría). Aquí, cualquier parecido con la realidad, tanto en los personajes como en el desarrollo de las carreras, es pura coincidencia, ni se pretende. Ejemplos podrían ser "Días de trueno", o sobre todo la disparatada "Driven", con el inefable Stallone. Contra- la otra sería un tipo de película con rigor histórico y técnico, para reflejar de la forma más fiel posible cómo eran este tipo de carreras. Entonces el problema es que puede convertirse en un pseudo-documental que hará las delicias de frikazos de las competiciones del motor, pero resultará tediosa para el público general, que además no entenderá buena parte de los aspectos técnicos. En esta línea se encuentra la célebre cinta de "Las 24 Horas de Le Mans" de Steve McQueen, y la magnífica "Grand Prix" de John Frankenheimer. En cualquier caso el nicho de espectadores de estas dos claramente son aficionados al deporte del motor. Pero ambas tienen el gran acierto de entregar una recreación dramatizada. Es decir, una historia de ficción con personajes ficticios, aunque tomando como inspiración, respectivamente, una carrera (Le Mans 70) o campeonato real (el mundial de F-1 de 1965), y personajes reales. Se tomaba así la prudencia de no querer contarnos en ningún momento unos hechos reales al 100 %, algo que sí pretende hacer “Le Mans ‘66”, y es ahí donde naufraga estrepitosamente. ContraUna mezcla de ambos planteamientos se produjo, de forma muy acertada, en la estupenda “Rush” de Ron Howard. Pero si esto era lo que se pretendía en “Le Mans ‘66”, el resultado ha sido equivocado, porque al final es una película claramente orientada al espectáculo palomitero con el grave error, que a mi juicio condena la cinta, de querer, presuntamente, contarnos unos hechos y personajes reales. Y no lo hace, porque casi todos los aspectos técnicos, cronológicos, o deportivos que aparecen, están manipulados, o directamente inventados, falseados. Es decir, que el rigor histórico que se supone debe tener, no existe por ningún lado. Contra
Un antiguo mafioso que ahora se dedica al mundo de los negocios y un detective de policía deben verse las caras con ex policía corrupto que busca ajusticiar al asesino de su hijo.
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