Wilbur es un cerdo de granja al que le aterra la idea de acabar en la mesa. Su amiga Charlotte, una encantadora araña, acude a su rescate.
Storm Rothchild es un ex marine que termina perdido en una selva situada en Puerto Rico con varios trabajadores de una oficina. Será a partir de entonces cuando todos ellos unan sus habilidades para conseguir sobrevivir en un lugar peligroso para el ser humano. Por un lado, contarán con la experiencia del peligroso Storm en el campo de batalla y por otro lado, con las destrezas de los trabajadores en su etapa en los Boy Scout. Una aventura donde gracias a los conocimientos y experiencias de cada uno, irán logrando escapar de las sorpresas que les acechan. Welcome to the Jungle junglaCritica:Creo que con el título que he escogido más de uno dará media vuelta y se quitará las dudas de su cabeza. ¿Qué esperar de esta cinta? Pues sinceramente, nada. Antes de haberla visto me esperaba algo mínimamente decente y, por lo menos, un poco gracioso. ¿Qué me encuentro? Una película que pasa por ser de sobremesa, sin chispa ni gracia alguna y previsible a más no poder. No imaginaba que tendría todos estos factores, porque de saberlo no la habría ni bajado. Bienvenido a la junglaTambién admito que el hecho de ver que Jean-Claude Van Damme estaba como cabeza de cartel hizo que me motivase un poco más para verla, pero tras haberlo hecho tengo que deciros que simplemente es un reclamo publicitario ya que su presencia es breve, innecesaria e incluso está en segunda fila. No es ni protagonista. La historia es muy plana y previsible al 100%. Esto solo puede decirse cuando, antes de que pasen las cosas, ya te las imagines y luego resulte que todo sucede como habías previsto. Aquí pasa eso. Tras la llegada a la isla y unos minutos más ya vas viendo por donde irán los tiros, lo que irá pasando más o menos y te hueles el final. Por desgracia así ha sido. La estaba viendo y lo he visto venir absolutamente todo, no os miento, y seguro que muchos de vosotros pasaréis por lo mismo si la veis. No es aburrida pero tampoco entretenida. Para que os hagáis una idea está en ese bloque de películas de sobremesa que se emiten los fines de semana por televisión, esas que casi nadie ve. La trama no ayuda, como os decía, ya que si te da síntomas de poder imaginar como termina es que algo está fallando. No obstante, y eso es una opinión personal, no alcanza ese punto como para apagarla del aburrimiento, pero también entiendo a la gente que la apague a la mitad, porque sinceramente no hay nada que ver. junglaEl reparto está cogido con pinzas. A priori parece que Van Damme es el protagonista, por el póster de la cinta o porque figura el primero en el elenco, pero nada más lejos de la realidad. Su presencia es meramente comercial ya que dentro de la cinta no aporta casi nada y está fuera de pantalla casi todo el tiempo. Los demás no los conocen ni en su casa. Es así. En cintas como esta, de este calibre tan bajo, no es de sorprender que sean desconocidos, pero ni falta que hace. Destacar únicamente a las chicas y no precisamente por ser buenas actrices, sino por lo buenas que están (destacando la escena de los bikinis y los prismáticos). Interpretativamente hablando son todos un desastre e incluso sobreactuando a ratos. Horrible. jungla
Mike Howell (Jesse Eisenberg) es un joven que no tiene ninguna motivación y que vive junto a su novia Phoebe (Kristen Stewart) en una pequeña y aburrida ciudad. Un día, su vida da un giro inesperado cuando el pasado de Mike vuelve para perseguirle y se convierte en el blanco de una operación de alto secreto del gobierno. American Ultra Operación ultraCritica:Cómo le gustan a estos americanos vendernos una y otra vez la misma historia. Referencias lo llaman sus defensores, especialmente cuando salen bien. Refritos lo llamamos por estos lares, salgan bien, porque hay un buen cerebro repleto de buenas ideas que sabe hacer un buen producto con todos esos ingredientes manidos, o mal, que es cuando se lo achacamos a la tan cacareada falta de originalidad que salpica al Hollywood de nuestros días. Operación ultra“American Ultra” es otro refrito de esos que sus responsables aderezan con una buena carga de referentes para contarnos la historia del típico pardillo en cuyo interior habita una máquina de matar entrenada por la CIA en estado de letargo. Por supuesto, la trama ya suena conocida. Es algo así como una nueva “Superfumados pasada por el filtro Bourne y con ecos a “El mensajero del miedo”, con cierto aire de novela gráfica en su desarrollo y cierto humor deudor del dúo Cheech y Chong, pero pasado de tiempo y época. Pero sobre todo, esto es una historia de amor bañada en sangre que bien puede recordar a la excelente “Amor a quemarropa”, aunque salvando las distancias. Operación ultraTodo ello a partir de un guión del encumbrado antes de tiempo Max Landis, autor del libreto de “Chronicle”, contado con el estilo videoclipero del británico de origen iraní Nima Nourizadeh, que ya dio buena muestra de su habilidad para el montaje en la reivindicable radiografía juvenil contemporánea que suponía “Project X”. Con esta mezcla, ¿puede salir algo mal? Pues “American Ultra” se encarga de echar por tierra todas sus posibilidades, su mezcla de referencias acaba siendo sosa y aburrida, y subyace bajo su superficie un espíritu juguetón que en ningún momento llega a aflorar. Intenta tener gracia, y pudo haber funcionado como parodia del cine de espías, pero es tan insulsa como la cara de su actriz protagonista, Kristen Stewart. Operación ultra
La verdadera historia de Liz Evans, peluquera y directora de un teatro juvenil en Carmarthen, Gales, que inició una campaña en 1993 para evitar el cierre del teatro Lyric. Junto con el entonces alcalde de Carmarthen, Richard Goodridge, solicitaron la ayuda de Steven Spielberg, asegurando un estreno especial de Jurassic Park.
Los hermanos Willoughby están convencidos de que sin sus padres (un par de egoístas) les iría mucho mejor. Cuando consiguen mandarlos de vacaciones, los cuatro niños se embarcan en una aventura en busca del verdadero significado de la familia.
La familia de Nora emigra a Canadá cuando ella tiene 10 años. Pierde el contacto con su amor de la infancia. Muchos años después, cuando Nora está estudiando teatro en Nueva York, se reencuentra con él online.
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