Después de un accidente automovilístico casi fatal, Sam (Meyers) se despierta y descubre que está atrapado en un hospital abandonado por fuerzas misteriosas y siniestras que no tienen intención de dejarlo ir.....DisquietCriticA: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Disquiet
Bajo los kilómetros y kilómetros de tortuosas catacumbas que hay bajo las calles de París, un grupo de exploradores se aventura entre los cientos de miles de huesos sin catalogar que ocupan el laberinto y acaban descubriendo cuál era la verdadera función de esta ciudad de los muertos. El recorrido se convierte en un viaje al corazón del terror. AS ABOVE, SO BELOW llega a lo más profundo de la mente humana, sacando a la luz los demonios que regresan para perseguirnos. InfiernoCritica:Los Hermanos Dowdle (John y Drew) han perpetrado una de las películas más bochornosas pertenecientes al subgénero del found footage, como es As Above, So Below (Así en la tierra como en el infierno, 2014), un desvarío constante que no tiene ningún tipo de reparo en mezclar ficciones históricas aunque no sean verosímiles en ningún momento. En cierto sentido ver Así en la tierra como en el infierno (no sé que se les pasó por la mente a los traductores) es como visionar una película basada en el Enigma Sagrado de Henry Lincoln. Por otra parte, estos dos hermanos ya tienen una cierta experiencia en este subgénero cinematográfico, desde que se estrenaron en el cine con la que seguramente es su mejor película, The Poughkeepsie Tapes (The Poughkeepsie Tapes, 2007) , que jugaba aún más con el falso documental, o la infame Quarantine (Quarantine, 2008) que adaptaba la película Española Rec (Rec, 2007). InfiernoLa película nos presenta una protagonista interpretada por Perdita Weeks, una investigadora obsesionada con la piedra filosofal. Sí, la de Nicholas Flamel, más conocida por ser el tema principal de la primera aventura del mago de ficción más famoso de Europa. En el personaje de Perdita Weeks se suman diversos personajes como Indiana Jones o Lara Croft, configurando un carácter ciertamente predecible. Gran parte de la película explota el recurso de los Puzzles (aunque sean tremendamente básicos) que los personajes resuelven. InfiernoEl caso es que continuamente la película juega a colocar la tontería más grande a cada paso (una acumulación de barbaridades con transfondo pseudohistórico). El Poco respeto del cine norteamericano hacia la historia sigue haciéndose patente en Así en la Tierra como en el infierno. Los ejemplos son tan notables que podríamos realizar una lista exhaustiva, aunque pondremos sólo algunos ejemplos: Uno de ellos es sin duda la ridícula historia de la piedra filosofal. Sí ya de por si lo que muestra la película está desarrollado pesimamente (nuestra investigadora resuelve donde está la ubicación de la piedra con algunos acertijos de preescolar) aún resulta más cómico el hecho de que nuestros protagonistas se vean inmersos en un descenso absurdo hacia el centro de la tierra en busca de dicha piedra. Este ridículo constante que ofrece el filme llega a provocar risas involuntarias en el público, que no es capaz de creerse lo que está viendo. Infierno
Narra la historia de Don Diego de Zama, un oficial español del siglo XVII asentado en Asunción que espera su transferencia a Buenos Aires. Es un hombre que espera ser reconocido por sus méritos. Pero en los años de espera pierde todo. Decide atrapar un peligroso bandido y recuperar su nombre... Basada en la novela existencial de Antonio Di Benedetto escrita en 1956.
Mel Bandison, una hacker justiciera, consigue evitar un intento de pirateo de un autobús eléctrico. Aunque, accidentalmente, esa buena acción acaba provocando el cierre de toda una red criminal internacional. Junto a Thomas Deen, su cita de la noche anterior, tendrá que huir de estos delincuentes, pero también de la policía....La toma del poderCriticA: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... La toma del poder
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