Con motivo del nuevo matrimonio de la madre de Josh, se trasladan a una nueva ciudad. Josh se une al equipo de fútbol del instituto, que debido a la escasez de jugadores se ve obligado a aceptar a una chica, de la que Josh está enamorado, y a su perro Buddy.
El clásico cuento de Roald Dahl adquiere un giro moderno cuando Tom y Jerry ingresan al mundo asombroso de la fábrica de chocolate de Willy Wonka.
Slaughterhouse es un internado de élite en el que se prepara a los jóvenes para el poder y la grandeza. Sin embargo, un inesperado acontecimiento sacudirá literalmente los cimientos de su mundo. Las reglas de Slaughterhouse CriticaA veces una película no tiene que ser original para ser buena. Eso es lo que ocurre con este film, que a la hora de la verdad no cuenta nada nuevo, pero como está bien rodada, los actores cumplen correctamente, goza de un humor refrescante (negro, cafre, socarrón y en ocasiones surrealista), y tiene varios ganchos comerciales potentes, pues uno disfruta y se entretiene, que es de lo que se trata la cosa.El argumento está marcado con tiralíneas y lo hemos visto millones de veces, pero no cansa porque repite los mismos esquemas de grandes clásicos como "Tiburón", "Piraña" o el capítulo de "Verano Azul" en el que le quieren derribar el barco a Chanquete: la avaricia de unos pocos desencadena la tragedia de muchos inocentes. En este caso, es la fracturación hidráulica (el fracking), que tan bien le sienta a la Madre Naturaleza y que, por motivos de guión, se realiza en un bosque cercano a una augusta y centenaria escuela británica donde la futura élite estudia, abusa de las drogas y descubre las posibilidades del colectivo LGTBI.No obstante, que nadie piense que la peli es un plomo moralista ecologista, ya que lo del fracking es una excusa para que el guión se desmelene y regale al respetable público destripamientos, humor negro y terror cafre. De hecho, los ecologista (como cualquier colectivo humano en esta película) son mostrados bajo un prisma sarcástico implacable y lleno de tópicos (vagos, drogadictos, esquivos con la higiene, etc). Y en el lado contrario, la "gente rica y respetable" aparece como gente hipócrita, despreciable y más inhumana que los bichos que salen de las entrañas de la tierra.Los protagonistas de la peli son jóvenes de cartón piedra cuyo leitmotiv se puede resumir en una servilleta de papel. No obstante, aunque repiten arquetipos ya sobados, son entrañables porque la mayoría son unos fracasados, incómodos consigo mismos y con su entorno, frente a la élite de guapos, fuertes, guays, etc. y es inevitable sentir empatía e incluso identificarse con ellos si tú también fuiste un friki en el instituto. No obstante, como ya dije al principio, la peli cuenta con ganchos potentes como Margot Robbie ("El lobo de Wall Street", "Escuadrón Suicida") (onanistas abstenerse, sale muy poco y completamente vestida), Simon Pegg y Nick Frost ("Shaun of the dead"/"Zombies Party", "Arma Fatal") o Michael Sheen ("Masters of Sex", "Underworld).Entre las cosas negativas del film, los efectos especiales son de andar por casa digital-cutre-lux y en los últimos 20 minutos el ritmo decae un poco, y no puedes evitar mirar el reloj esperando el predecible final.En fin, no estamos ante una película que marcará un antes y un después en el género, pero "Slaughterhouse Rulez" es un film correcto de humor/terror adolescente, que da lo que promete: una hora y media entretenida si te gusta el tema. Las reglas de Slaughterhouse
Jen (Jackie van Beek) y Mel (Madeleine Sami) son dos grandes amigas que se dedican a destrozar parejas por dinero. Aunque las rupturas pueden resultar ser todo un caos, Jen y Mel, dos rompecorazones profesionales, terminarán implacablemente con cualquier romance. Su regla es muy sencilla: nada de apego. Eso sí, cuando una de ellas empiece a tener problemas de conciencia, su relación empezará a hacer estragos.
Unos delfines rescatan a un niño que encuentran en el mar y lo crían como a uno más de su familia. Vive una vida sin preocupaciones bajo las olas, hasta que un malvado monstruo toma el poder sobre el mundo submarino. El niño es desterrado a tierra firme, donde el bondadoso capitán Murvarid lo acoge. Con la ayuda del capitán y de su fiel amigo y casi hermano, el delfín Bola de Nieve, el niño emprende un viaje para resolver el misterio de su verdadero origen.
Miguel es un joven con el sueño de convertirse en leyenda de la música a pesar de la prohibición de su familia. Su pasión le llevará a adentrarse en la "Tierra de los Muertos" para conocer su verdadero legado familiar.Critica: Obra maestra. Así tal cual es como creo que conviene arrancar definiendo la que tal vez, por sorpresa, sea la mejor película del año y lo mejor que le ha pasado al cine de animación desde 'Toy Story 3'. Disney y Pixar cuando se dan la mano suelen ser lo mejor de lo mejor. No sólo como empresa que sabe vender productos de entretenimiento de gran categoría, sino por brindar productos dotados de alma y significado que en otros tiempos serían insólitos.'Coco' tiene aroma a cine clásico y no sabe cuánto se lo agradezco. Sin jergas vergonzosas actuales. Sin personajes típicos y tópicos que sólo quieren arrancar risas a la chavalería con móviles. Sin salidas de guión fáciles o edulcoradas. Es cine valiente y comprometido desde el principio hasta el final, en todos sus aspectos. Cuanto menos se sepa de su premisa (yo la vi sin saber, ni esperarme, nada) muchísimo mejor. Pero vaya por delante que afronta una de las temáticas más turbias y problemáticas desde la infancia: la muerte. Ese tema tabú en la infancia que tantos adultos hacen tanta bola de nieve de ello, lo magnifican y acaban dando más miedo a los pequeños más que tranquilizarles por ser ley inevitable de vida, manifestando respeto por la misma.Y una de sus grandes sorpresas es que lo aborda de forma realista, vehemente, pero ante todo natural y divertida. Arranca aplausos por su imaginación y sonrisas por sus continuos aciertos. Diseña y descubre todo un mundo "al otro lado del puente" como creo que nunca se había visto -menos en una película de este estilo-. Ya con esas, empezamos con buen pie. Si ya la historia es dócil y sabe moverse de forma trepidante, si esconde giros más sorprendentes de los que cabría esperar de esta cinta con esta premisa en un principio, si muestra las bondades y las maldades de la condición humana sin hacer excesivo daño pero tampoco edulcorando la verdad y si consigue hacer que salgas del cine emocionado por todo lo que acabas de ver... es para recordarla tanto como su canción principal.Pero lo mejor de todo, lo que la hace ganarse la perfección en lo que se propone para mí, es que no engaña. No se queda en hacerte pasar un rato magnífico. La cinta persigue penetrar en tu cabeza y hacer que evoques tus propias vivencias, tu propia familia, tus propias amistades y tus propias acciones. La cinta quiere que recuerdes y que impulse a ti a hacer cosas por las que la gente te recuerde. Y lo consigue. Por eso, en lo personal para mí, es por lo que consigue ser una obra maestra.
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