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Una reunión familiar en una mansión remota da un giro letal cuando quedan atrapados dentro y se ven obligados a jugar un juego de supervivencia mortal donde solo uno saldrá con vida....Dangerous Game: The Legacy MurdersCritica: pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Dangerous Game: The Legacy Murders
Es el verano de 1989, Ted Henley, de 9 años de edad, y su padre John son los propietarios del Motel Vista, situado en las montañas del oeste americano. Desde que la madre de Ted murió, John ha caído en una depresión, dejando que Ted se cuide por si mismo. En este trashing los impulsos más oscuros de Ted comienzan a manifestarse. The Boy BoyCritica:Sobria propuesta de principio a fin. Su director, Macneill, no pierde el norte en ningún momento, la ambientación de motel barato en una zona poco poblada es excelente. El desarrollo de los personajes conforme avanza la película es acertada y creíble, no hay (y no fueron necesarios) recursos fuera de la línea cronológica en que se desarrolla el argumento para dar explicaciones que complementaran la historia. Todo está ahí, todo nos es mostrado toma tras toma, y dicho sea de paso, lo que se nos muestra en cada encuadre es agradable, y efectivo para lograr mantener el interés en el espectador, sin duda uno de los puntos más altos del filme. BoyPero si se habla de puntos altos, no se puede dejar de lado a su joven protagonista, quien lleva totalmente el peso de la película, y lo hace de gran manera, definitivamente parte de la fórmula ganadora recae sobre él.En 1976 los niños empiezan a hacer de las suyas en ¿Quién puede matar a un niño? Y más recientemente, el año anterior los gemelos de “Ich Seh, Ich Seh” nos mostraron que la inocencia de pensamiento de un niño puede llegar a ser aterradora, y este año, aparece lo que puede ser la precuela perfecta de cualquier slasher. La forma en que la mente de un niño asimila lo que hay a su alrededor, lo que aprende de los adultos, lo que su curiosidad puede provocar si no es supervisada, todo esto es tratado limpia y convincentemente en The Boy, lo que nos da al final, un sólido resultado, y un disfrute para los que asistimos a su visionado. BoyEstá rodada inteligentemente por su director Craig William Macneill, pues puede cansar un ritmo tan lento y silencioso, planos muy largos con poco dialogo, y es que ese es el principal problema del chiquillo, su soberano aburrimiento que no hace más que empeorar una mente ya trastornada. Ted es un personaje que quiere estar en cualquier parte menos en esa, con una curva de carretera por el que pasan los pocos clientes como único contacto con el mundo exterior. Entiendo que el espectador se queje de ese ritmo tan tranquilo, y es evidente que divertido no sería, pero ver al crío mirando al horizonte por más de dos minutos sin ningún sonido salvo el viento explica bastante lo que se le debe de estar pasando por la cabeza. BoyEl pequeño Jared está muy bien cubierto por dos grandes, David Morse (La milla verde, Horns) que interpreta a un padre con una profunda depresión después de que su mujer se fuera con un cliente. Interpretación muy competente del actor, que no sorprende pues es de los buenos. Se huele la tostada acerca de su hijo, sabe que algo no va del todo bien, pero nada tan grave como tener al demonio en casa. Rainn Wilson (The office, Super) cambia completamente el humor, su registro habitual, por el drama. Interpreta a un viajero que después de un accidente de tráfico se hospeda en el motel para recuperarse. No lo sabe pero por una conversación, en principio intrascendente con el pequeño Ted será su catalizador. Boy
Dead Zone: Operación Rescate, La humanidad está a punto de extinguirse. Unos militares deberán infiltrase en una ciudad contaminada por radiación utilizando una tecnología avanzada de armas y armaduras para tratar de dar lograr que la humanidad sobreviva....Dead ZoneCritica: Brotes virales, la infección acaba convirtiendo a los humanos en depredadores violentos y rápidos, se usaron bombas de radiación para limpiar ciudades ya evacuadas, que se denominan desde entonces Dead Zones. Un grupo militar de élite debe ir a una de estas zonas para coger una nueva vacuna, lo fácil es entrar, lo difícil salir, sobre todo si el punto de extracción está a 30 kilómetros, ¡que barbaridad!Protagonizada por Michael Jai White, habitual últimamente en productos de acción de poca envergadura, y dirige Hank Braxtan, que acabo de cotillear su filmografía y tiene títulos como 'Jurassic Hunt' o 'Dragon Soldiers'. Quizás debería haber mirado antes.Los soldados van con su equipo chulo y avanzado, con sus cascos para comunicarse estilo 'Iron Man', con sus gráficos de colorines y todo. Diálogos.., pues comenté que la película va sobre un equipo militar de élite, ¿no? Efectos, más bien cochambrosos. Incluso un par de escenas, para hacer ver que los infectados son rápidos, están metidas a más velocidad, como si le dieras tú mismo a "x1'50". Otro detalle lo pongo en spoilers (aunque dé igual leerlo aquí).Si no hay otra cosa, se puede poner mientras haces algo, yo estaba entubando tabaco. Una película original de Tubi sobre zombies (bueno más bien infectados) parece una copia muy barata de Resident Evil, con un zombie con forma de Alien.... Dead Zone
Una historia de amor y violencia cuando un hombre en sus últimas piernas emocionales encuentra a un salvador bailando seductoramente en un club de striptease en ruinas. Y una vida que ciertamente se dirige por un precipicio de repente se redirige, ya que ahora vale la pena morir por TODO..... Frank & PenelopeCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Frank & Penelope
Chrissie (Jordana Brewster) y sus amigos (Matthew Bomer, Taylor Handley, Diora Baird) se preparan para realizar un viaje antes de enviar a uno de ellos a Vietnam. A lo largo del camino, unos motociclistas (Lee Tergesen, Cyia Batten) acosan a los amigos y provocan un accidente que expulsa a Chrissie del vehículo. El policía que llega al lugar mata a uno de los motociclistas y lleva a los amigos a la casa en donde el joven Leatherface (Andrew Bryniarski) está aprendiendo sobre el terror.
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