"Gangster Land" explora la ascensión de Al Capone (1899-1947) a través de los ojos de su mano derecha, "Machine Gun" Jack McGurn. McGurn, que fue boxeador amateur, fue seducido por la mafia tras el asesinato de su padrastro y escaló poco a poco junto a Al Capone. Cuando la mafia italiana se convierte en la organización criminal más lucrativa del país, las tensiones crecen con la mafia irlandesa, desatando una guerra brutal.
Ambientada en la década de 1980, Tolani Ajao es una secretaria de banco en Lagos, que se ve persuadida por su amiga Rose Adamson para ingresar al mundo del narcotráfico.Difícil de tragarCritica:Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: Difícil de tragaresa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, Difícil de tragarapabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras,ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.Difícil de tragar Difícil de tragar
El hijo de una familia noble trata de vengarse de la muerte de su padre al mismo tiempo que salva un planeta rico en especias que se le encomienda proteger. Nueva adaptación al cine de las novelas de Frank Herbert, que ya fueron trasladadas a la gran pantalla por David Lynch en 1984. DuneCritica: He ido a ver esta película con una mezcla de miedo y veneración. Dune era el libro favorito de mi difunto padre, que tenía varias ediciones de esa sobresaliente novela (todas ellas gastadas de leerlas); y cuando me tocó a mi leerla por primera vez, tiempo después de su muerte y seguramente mucho antes de lo que debía para entenderla del todo, lo hice casi como quien lee un libro sagrado, como una forma mas de acercarme a lo que él había sido y hacia lo que le estimulaba y le hacía disfrutar y soñar. Desde entonces, siguiendo su ejemplo, la he leído muchas veces y he terminado de gastar sus ya gastadas ediciones, descubriendo detalles y matices nuevos cada vez. DunePor eso, al enterarme de que Dennis Villeneuve, uno de mis directores favoritos, iba a encargarse de adaptarla, me sentí emocionado, y también nervioso porque no quería decepcionarme. Pero si alguien podía hacer una gran adaptación del libro de Frank Herbert era este magnífico espécimen que es Dennis Villeneuve. Ahora puedo decir que está a mil años luz de haberme decepcionado. DuneEl reparto es espectacular, creo que todos encajan a la perfección (ojo al papelón de Rebecca Ferguson), el guion no podía haber sido más fiel, el sonido es una pasada. Y visualmente está a otro nivel, pocas veces me he sentido así en el cine (y normalmente con películas del mismo director). DuneSeguro que tiene fallos y seguro que los iré identificando cuando la vea más veces, pero lo que he visto esta vez no es eso. Lo que he visto es una película preciosa y emocionante, incluso épica. Dune
Eve es una joven camarista quien trabaja en uno de los hoteles más lujosos de la Ciudad de México. Las jornadas tan extensas y laboriosas hacen que Eve no pueda cuidar a su hijo mientras trabaja, pero ella esta convencida de que su situación mejorará cuando sea ascendida a un mejor puesto.
Una joven vive una turbulenta relación en medio de tensiones sociales, protestas y tragedias en París. Una historia en la que sueños y realidad chocan entre sí.
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