Un arquitecto cascarrabias y brillante, Alfred, se embarca en un encargo muy inusual en Malta para un hombre que se hace llamar "El Gran Duque de Córcega". Una epidemia golpea la isla y todos deben huir, pero Alfred queda para terminar el trabajo....The Grand Duke Of CorsicaCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... The Grand Duke Of Corsica
El malvado hechicero Slug, habitante del Planeta Nameku, desterrado hace mucho tiempo a causa de sus fechorías, llega a la Tierra en una nave espacial. Su fin es reunir las esferas del dragón para recuperar la juventud y convertir el planeta en un sitio adecuado para el ejército de demonios que le acompaña.
Una familia inglesa formada por un padre banquero, una madre sufraguista y dos niños rebeldes -que pretenden llamar la atención de su padre haciendo la vida imposible a todas las niñeras-, se verá alterada con la llegada de Mary Poppins, una institutriz muy especial, que desciende de las nubes empleando su paraguas como paracaídas. Una niñera mágica y canciones pegadizas que harán las delicias de los más pequeños de la casa.
Una actriz y un político solo quieren divorciarse, pero hay tanta gente a la que beneficia su matrimonio que la pareja debe aunar sus fuerzas para conseguirlo
¿Quién es el Barón Münchausen? ¿Un farsante? ¿Un bribón? ¿Un loco? ¿O quizá el héroe más valiente que luchó y venció en los más disparatados combates? ¿Será cierto que cabalgó por los aires en una bala de cañón, que acabó con un dragón de tres cabezas, que viajó a la Luna y todo ello antes de desayunar?
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