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El film nos contará como tres sensacionales asesinas son enviadas a realizar un trabajo que podría ser el último para ellas. Reed, Woll y Akerman son el trío de bellezas asesinas, mientras que Willis interpretará a un jefe de la mafia especialista en manipular a todo el mundo y Whitaker a un asesino psicópata. Catch .44 Entre la bala y la paredCritica:Tarantino ha hecho mucho daño al mundo del cine. No tanto por su filmografía (que para todos los gustos hay) sino porque en la cumbre de su talento demostró que se podían hacer grandes películas con poca cosa. Desde entonces hay mucho paquete suelto por ahí que se piensa que pensando cuatro diálogos rápidos llenos de palabrotas, una historia de mafiosos llena de frikies, actores conocidos que no estén pasando por su mejor momento y un montaje que trocee las escenas desordenándolos ya tiene algo del nivel de “Pulp Fiction”.Pues no. En esta ocasión el aprendiz de Tarantino se llama Aaron Harvey y debuta como director con esta película. Te podías haber quedado en Wisconsin, macho (o de donde seas) porque Menudo truño has plantado. Nivel de truño: cómo será la cosa que Ramón Langa se negó a poner su voz a Bruce Willis. Una historia absurda, unos protagonistas ridículos y un desarrollo a medio camino entre la paranoia y la ciencia-ficción. Demasié para mí, que cada vez voy teniendo menos aguante para estas tonterías. La presencia de caras conocidas (con manifiesta desgana, como pensando ¿en qué estaría pensando cuando firmé?) no sirve de atenuante, más bien al contrario. Entre la bala y la paredLa película promete más de lo queda, y termina siendo lenta y dolorosa como una tortura. Lenta porque transcurren los minutos y no pasa nada, dolorosa porque ves desperdiciado el talento que los actores pueden demostrar y la película no les permite. La cinta pretende ser como 'Reservoir dogs' y no es más que una burda imitación, con diálogos demasiado densos, indigeribles y sin brillo. Una escuela muy difícil la de Tarantino, la alta escuela, en la que sólo se doctoran tipos como él mismo y Guy Ritchie. Lo único que merece la pena es la primera escena y la actuación de Forest Whitaker, buena en la mayor parte de la película. Me da pena y rabia ver a un Bruce Willis descafeinado dando tumbos, deambulando y subiéndose al primer tren que pasa como si no tuviera buenos proyectos entre manos. Entre la bala y la pared
Enzo Ceccoti, un convicto, entra en contacto con una sustancia radioactiva. Tras el accidente descubre que tiene una fuerza sobrehumana, por lo que decide utilizar sus poderes para comenzar una carrera criminal. Todo cambia, no obstante, cuando conoce a Alessia, una chica que está convencida de que él es el héroe del manga Jeeg Steel.
El francotirador de operaciones especiales Brandon Beckett es el principal sospechoso del asesinato de un dignatario extranjero en la víspera de la firma de un acuerdo comercial de alto perfil con los Estados Unidos. Beckett, que escapa por poco de la muerte, se da cuenta de que puede haber un agente oscuro trabajando dentro del gobierno, y se asocia con la única persona en la que puede confiar: su padre, el legendario sargento de francotiradores. Thomas Beckett. Ambos Becketts huyen de la CIA, mercenarios rusos y Lady Death, una asesina entrenada por Yakuza con habilidades de francotirador que rivaliza con ambos francotiradores legendarios. SniperCritica: Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. SniperEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Sniper
Un verano idílico se convierte en una pesadilla de terror indescriptible para otro grupo de consejeros ingenuos. Ignorando el legado sangriento del Campamento Crystal Lake, uno por uno son víctimas del Jason maniático que los acecha en cada vuelta.
The Evil Dead trata de cinco chicos que van a pasar el fin de semana a una cabaña perdida en un espeso bosque en las montañas de Tennessee. Una vez instalados, y cuando se encuentran cenando, la trampilla que da acceso al sótano se abre de golpe. Extrañados, deciden bajar a investigar. Allí encuentran un magnetófono, un extraño cuchillo ritual y un libro antiquísimo.
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