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Mark (Kylie Allen) es un ingenioso adolescente que vive felizmente el mismo día en un bucle sin fin, y cuyo mundo se pone patas arriba cuando conoce a la misteriosa Margaret (Kathryn Newton), también atrapada en el bucle temporal. Mark y Margaret forman una pareja magnética que se propone encontrar todas las pequeñas cosas que hacen que ese día sea perfecto, pero también la forma de poder un día escapar de ese día interminable..... El mapa de los instantes perfectosCritica: *Un recurso demasiado desgastadoUn adolescente, Mark (Kyle Allen) se da cuenta de que está viviendo en bucle el mismo día. Ya se ha aprendido qué recorrido tienen los vehículos a cada hora, cuál maceta va a caer en el instante justo o en qué momento salta el pan de la tostadora. Nadie más se da cuenta de esto, menos Margaret (Kathryn Newton), quien vive cada día de una forma diferente y de forma divertida.El recurso del día de la marmota está ya bastante visto. Nada novedoso: 50 primeras citas, Al filo del mañana, Before I fall… Este bucle temporal está ya desgastado y The map of tiny perfect things no le saca beneficio alguno. Podría haberse desarrollado de otra forma sin usar este recurso y dejar esta monotonía aparte.*Matando el carpe diemLo único bueno de The map of tiny perfect things (además de los planos secuencia) es un leve detalle al que se llega después de hilar algunas ideas. Los protagonistas comienzan viviendo el día realizando todo tipo de locuras. Poco a poco se dan cuenta de que hay pequeños detalles en la ciudad que hacen del día algo perfecto: un limpiador tocando el piano, dos ancianos bailando y riendo, unos niños encendiendo las luces de su casa árbol… Y deciden recoger cada uno de los detalles en un mapa de la ciudad.....El mapa de los instantes perfectos
Después de ser violada por dos extraños dentro de su propia casa, Diana decide mantener su trauma en secreto. Mario, su esposo, tiene algo que ocultar también. En los días que siguen, el silencio que crece entre los dos se convierte en su propio tipo de violencia. O Silêncio do Céu EraCritica:Atractivo y ambiguo thriller dramático brasilero que cuenta con un buen elenco compuesto casi íntegramente por actores argentinos, entre los que se destaca una bien lograda actuación de Leonardo Sbaraglia. El director Marco Dutra (Trabalhar Cansa, 2011) logra crear una atmósfera de encierro y sufrimiento personal que tiene momentos muy bien logrados, desanudando pistas y generando intriga a medida que avanza, pero al mismo tiempo un guión bastante atractivo termina con derivaciones y resoluciones previsibles que le quitan un poco de mérito. La historia se mete en la vida de Mario (Leonardo Sbaraglia), un guionista que regresa a su casa, escucha ruidos y espiando por una venta observa como su esposa es violada por dos hombres. Conmocionado por la situación intenta rescatarla pero se demora demasiado y tampoco logra atrapar a los agresores en su huida. EraCuando regresa a su casa, su esposa Diana (Carolina Dieckmann) no le cuenta absolutamente nada, ni tampoco da señales del terrible momento que vivió. Todo parece casi normal y así van transitando sus días luego de haber estado un tiempo separados. Mario no entiende por qué Diana no le cuenta lo sucedido, la intriga lo carcome por dentro, pero no esta dispuesto a decirle nada porque a él también lo consume un personaje que se creó para estar con ella. El silencio los une y los distancia de una manera obsesiva que se encadena entre la culpa, la desconfianza y la venganza. Con un paso sin premios por el Festival de Mar del Plata, la propuesta de Marco Dutra tiene la inteligencia suficiente para presentar toda su artillería desde el mismo inicio para después ir desandando diferentes caminos que le aportan intriga y opresiones psicológicos que impactan. La disparidad actoral entre Sbaraglia y su compañera Carolina Dieckmann se hacen muy pronunciadas y la voz en off por momentos resulta muy recargada; pero a pesar de sus debilidades es un producto interesante y llevadero. Era
Neil McCauley es un experto ladrón. Su filosofía consiste en vivir sin ataduras que puedan constituir un obstáculo, si las cosas se complican. Su banda la forman criminales profesionales tan cualificados que pueden impresionar incluso al detective Vincent Hanna. Pero Hannah vive tan obsesionado con su trabajo que llega incluso a poner en peligro su relación sentimental. Cuando la banda de McCauley prepara el golpe definitivo y el equipo de Hannah intenta evitarlo, cada uno de ellos comprende que tiene que vérselas con una de las mentes más brillantes a la que se ha enfrentado en su carrera.
Una joven crece en una familia disfuncional de nómadas inconformistas, con una madre excéntrica y un padre alcohólico que distrae a los niños con su imaginación para que ignoren su pobreza. Basada en las memorias de Jeanette Walls. The Glass Castle cristalCritica:The Glass Castle está dirigida por Destin Cretton, a cuyas órdenes se han puesto, nada más y nada menos un gran trío de intérpretes. Brie Larson encarna a uno de los cuatro hijos que tuvieron sus progenitores, los Walls (Woody Harrelson y Naomi Watts). Ella ya es adulta, pero mediante regresiones al pasado vamos viendo cómo ha forjado su carácter y de qué manera se han estado protegiendo unos a otros de la incapacidad para educar de sus progenitores. Naomi Watts encarna a una excéntrica mujer, artista y pintora que se aleja de normas y reglas establecidas, y Woody Harrelson es un nómada soñador que se pasaba el día hablando y haciendo planes para que los niños no pensaran en algo que llevarse a la boca, además de alcohólico. cristalEn un principio, EL CASTILLO DE CRISTAL os sonará un poco a la enorme Captain Fantastic, película de corte indie, aunque más tarde se irá convirtiendo en una road movie obligada que irá deshilachando la realidad del círculo familiar con el que los cuatro niños deberán luchar hasta conseguir sus propósitos: una educación normal, amistades, profesión y objetivos. Algo de lo que sus padres reniegan constantemente, en una especie de huida hacia adelante hasta que los niños crecen y deciden iniciar su vida lejos de ellos. Flashbacks que entremezclan pasado y futuro, la forja educativa de unos niños que asistieron a situaciones que a más de uno le parecerán durísimas, cosas que un niño jamás debería ver. cristal
La historia del icono y señor de la guerra checo del siglo XIV, Jan Zizka, que derrotó a los ejércitos de la Orden Teutónica y el Sacro Imperio Romano Germánico....MedievalCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Medieval
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