Bugs Bunny y su equipo desafían a los Nerdlucks (un grupo de pequeños extraterrestres) a un partido de baloncesto para decidir si los Looney Tunes permanecen en la Tierra o se trasladan a una lejana galaxia para trabajar en un parque de atracciones de Montaña Tontolandia. Los Nerdlucks cuentan con una poderosa arma secreta que los hace superiores: se han apoderado de las mejores cualidades de las estrellas de la NBA. Pero también los Looney poseen un arma secreta: ¡Michael Jordan!
Al realizar un golpe, el asesino Joe siempre hace uso del conocimiento de la población local. Al llegar a Bangkok, Joe conoce al niño de la calle Kong y se convierte en su ayudante principal. Pero cuando Kong casi muere, le pide a Joe que lo entrene en las artes mortales y, sin saberlo, se convierte en el objetivo de una banda de asesinos.
George Loomis (Joseph Cotten) y su esposa Rose (Marilyn Monroe), se van de vacaciones a las cataratas del Niágara. Las fuertes crisis emocionales que padece George, afectan hondamente a su joven y bella esposa, y esto la predispone a aceptar los galanteos de un apuesto joven que conoce durante un paseo... Una gran tragedia comenzará a tomar forma de aquí en adelante.
Clemence es una mujer que se encuentra en la recta final de su carrera política como alcaldesa de la periferia parisina. Promesas en ParisCritica: *Nuevo thriller político con denuncia socialThomas Kruithof intenta abordar algunos temas de actualidad: la ambición, la necesidad de aparentar, la integridad en la política, la transparencia en las instituciones públicas, la ausencia de moralidad y el deseo de alcanzar el poder a cualquier precio. Se atreve también a reflejar la manera en la que todo ello afecta a la sociedad, así como la marginalización que sufren determinados sectores, la precariedad y la gran división que existe entre clases. Promesas en ParisEl director nos presenta este thriller político con tintes de compromiso social, como vemos en otros cineastas como Costa-Gavras (Desaparecido, 1982) o Alan J. Pakula (Todos los hombres del presidente, 1976), entre otros. Durante estos últimos años, se ha convertido en tendencia este tipo de películas con denuncia social. Se utilizan discursos reivindicativos que hacen que el espectador critique y confíe, cada vez menos, en la transparencia de los políticos y de las instituciones. Promesas en Paris*Buenas interpretaciones, pero pocas conclusionesSe presentan graves problemas estructurales que hay dentro del gobierno y de la política francesa. Sin embargo, el guion, coescrito por el propio director y Jean-Baptiste Delafon (Baron Noir, 2016), resulta demasiado confuso y denso. Hay demasiado diálogo y el ritmo acelerado del mismo hace que el espectador pueda llegar a perder el interés por lo que ocurre en pantalla. Ya que, aunque se abordan muchos temas, Thomas Kruithof no consigue profundizar en ninguno de ellos y no queda claro el objetivo del director.Y, ocurre lo mismo en el caso de los personajes. El largometraje cuenta con dos buenas interpretaciones de sus actores protagonistas e, incluso, resulta interesante el contraste de moralidad entre ambos. Sin embargo, nada de esto llega a explorarse en la película. Destaca, sobre todo, Isabelle Huppert, estrella del cine francés que, en esta ocasión, vemos menos contenida en el papel de una mujer con una mentalidad muy fuerte que hará lo que sea necesario para alcanzar sus objetivos y defender sus ideas. Siente que tiene que tomar la decisión más importante de su carrera profesional y que el futuro de la política francesa depende de ella. Promesas en Paris*ConclusiónEn conclusión, Promesas en París es un thriller con grandes dosis de denuncia social. Nos narra lo que ocurre cuando la ambición y el deseo de poder consume a las personas. Asimismo, los problemas sociales y las situaciones que se tratan resultan interesantes, no son exclusivas de Francia y se pueden aplicar al resto de países. Pero, le falta profundidad y el guion puede llegar a resultar confuso para el espectador. Las interpretaciones de Isabelle Huppert y Reda Kateb son, sin duda, lo mejor de la cinta y restan protagonismo al resto de elementos.
Tras el fallecimiento de su hermano en un accidente de auto, un joven luchador se hace cargo del club familiar y pronto se da cuenta de que esa muerte no fue accidental....BartkowiakCritica: sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico ... Bartkowiak
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