Un veterano asesino a sueldo (Bill Nighy) espera retirarse después de su último trabajo, pero cuando se enamora de una joven y atractiva ladrona (Emily Blunt) olvidará sus planes de jubilación.
Calvin Barr es un legendario veterano de guerra estadounidense que, décadas después de servir a su país durante la Segunda Guerra Mundial y asesinar a Adolf Hitler, debe ahora cazar al Bigfoot, una criatura mitológica que vive en los bosques de Canadá.
El geólogo Adrian Helmsley, descubre de que el núcleo de la Tierra se está calentando. Teme que la corteza se vuelva inestable, coincidiendo con las predicciones mayas del fin del mundo. Entre tanto, los líderes del mundo "venden" plazas para escapar del cataclismo. El escritor Curtis Jackson tropieza con esa información... y luchará por salvar a su familia mientras el suelo se hunde bajo sus pies; y los terremotos y las erupciones volcánicas destruyen el mundo tal y como lo conocemos. 2012Critica: Por algún extraño motivo y desde que el ser humano tiene uso de razón, a todos se nos ha pasado por la cabeza que un meteorito destruya todo el planeta, un virus letal contamine todo lo que se mueva o que una invasión extraterrestre aniquile la raza humana. El fin del mundo es un tema que en los últimos años ha estado presente en una buena cantidad de películas, obteniendo casi siempre el beneplácito del espectador "palomitero". Este Viernes ha llegado otra de ésas que apetece ver con los colegas en el cine, se trata de '2012', dirigida por Roland Emmerich (quién si no), en la cual se avecina lo que aventuraron los mayas hace más de mil años: en el 2012 una serie de catástrofes naturales acabaría con todo el planeta. 2012 El geólogoAnte esta suculenta premisa, Roland Emmerich partía con ventaja para al final cumplir de sobra con lo que mejor sabe hacer, y de paso apaciguar los ánimos de todos aquellos que sentimos vergüenza ajena al ver '10.000' el año pasado. A golpe de talonario gracias a una productora que es más lista que el hambre (Columbia Pictures), Emmerich, que se sabe el manual apocalíptico de memoria, asienta cada uno de los patrones y las pautas que debe seguir cualquier filme que se atreva a mostrar el fin del mundo: pequeñas historias entrelazadas de gente corriente aderezadas con logrados golpes de humor, lecciones morales sobre el futuro del planeta y donde no pueden faltar los héroes anónimos ni todos los líderes mundiales haciendo cola para besar el culo de los Estados Unidos. 2012 El geólogo
Juno Macguff tiene 16 años y es, según los adultos que la rodean, más inteligente de lo que le conviene. Y sí, es cierto, es ingeniosa, culta, rápida en las respuestas, observadora y, sobre todo, sarcástica. Ese sarcasmo es su particular trinchera para esconder sus miedos y las dudas. La relación que mantiene con un compañero de clase, Bleeker, acaba de dejar fruto: está embarazada. A él le interesa poco el asunto, o más bien nada. Juno está sola con su problema pero ya ha tomado una decisión: tendrá el niño y lo dará en adopción. Su padre y su madrastra están de acuerdo. Ahora hay que encontrar padres adoptivos adecuados. Son Mark y Vanessa, y son ideales. Sólo que Mark comparte demasiado con Juno, demasiadas aficiones comunes y un entendimiento a primera vista...
Ida es nueva en la ciudad y le cuesta mucho hacer amigos. Un día, su extraña maestra de clase, la señorita Cornfield, anuncia que todos en la clase pronto tendrán un animal mágico que los acompañará. Ida escoge al zorro Rabbat. Benni, al igual que Ida también una forastera, escoge a la tortuga Henrietta como nueva compañera. Pero esos animales son algo muy especial: no solo tienen habilidades mágicas, ¡también pueden hablar y desarrollar su propio carácter!...La escuela de animales mágicosCritica:Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... La escuela de animales mágicos
Un seminario de autoayuda inspira a Doris, una mujer sesentañera, para perseguir románticamente a su joven y nuevo compañero de trabajo. Hello, My Name Is Doris DorisCritica:Doris, llamada así por la mítica actriz y cantante Doris Day, es una mujer sesentona que acaba de perder a su madre y compañera de piso. Al igual que su progenitora, Doris padece de una personalidad extravagante que tiene su máxima expresión en el síndrome de Diógenes que le lleva a acumular trastos inútiles en casa y en una escasa capacidad para hacer migas con sus compañeros de trabajo. Al menos hasta que conoce a John, un joven que acaba de ingresar en su empresa y que será el epicentro de todos los sueños y proyectos de futuro de la protagonista. DorisHello, My Name Is Doris no es un título que genere demasiadas expectativas a los que no somos muy amantes de este tipo de comedias sobre personajes rarunos. Sin embargo, es necesario reconocer que la obra del director y guionista Michael Showalter (en su segundo largometraje tras The Baxter) acaba teniendo su punto y apenas posee parecidos razonables con esas películas relamidas entre las que en un principio parecía que esta cinta se iba a incluir. DorisSally Field es la responsable de cargar con la tarea de interpretar a tan peculiar protagonista. Y lo cierto es que la veterana actriz caracteriza muy bien a Doris, llegando justo a ese nexo entre la ternura y la hilaridad que allana el camino para que el resto del film resulte perfectamente digerible. No estamos ante un papel de leyenda, pero desde luego que tampoco se puede minusvalorar lo difícil que es para cualquier cómico alcanzar un cierto grado de credibilidad sin abandonar la senda humorística. Bien complementada por un grupo de secundarios entre los que podemos encontrar muchos actores y actrices bastante conocidos en series televisivas (quizá por la carrera que se ha labrado Showalter en ese sector), Field consigue reivindicarse y firmar un papel que, por otra parte, parecía irle como anillo al dedo. DorisSin pasarse de buenrollista y con un humor menos evidente de lo que aparenta, permitiéndose incluso realizar alguna que otra crítica a aspectos que están a debate hoy día como la fragilidad de las redes sociales (donde cualquier troll te puede causar un problema personal) o algunas prácticas laborales muy dudosas, Hello, My Name Is Doris renuncia a ser un producto estúpido que peque de ingenuo o tome por tonto al espectador, ofreciéndole tanto espectáculo humorístico como varias segundas lecturas que la comedia, mal que piensen algunos, puede transmitir como cualquier gran drama. A este objetivo colaboran la ausencia de grandes arquetipos (con excepción de la jefa, no hay ningún personaje exageradísimo), la no pretensión de sentar cátedra moral con los actos de la protagonista y, especialmente, la habilidad de Showalter para echar el freno cuando la escena está tomando un camino demasiado sensiblero. Mi nombre es Doris
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