Década de 1980. Después de haber trabajado como piloto de TWA, la mayor aerolínea estadounidense, Barry Seal se convierte en narcotraficante, y posteriormente es reclutado por la CIA para realizar labores de inteligencia. La película cuenta la historia de este ex piloto que se puso al cargo de una de las más importantes operaciones encubiertas de la CIA en la historia de los Estados Unidos. Esta hazaña, con la que se logró apresar a varios miembros del cartel de Medellín, estuvo cerca de provocar la caída del gobierno de la Casa Blanca durante la presidencia de Ronald Reagan, a causa del escándalo Irangate.
Zamperini regresa a California donde se casó a regañadientes con Cynthia Applewhite mientras luchaba contra el trastorno postraumático. Sufriendo pesadillas constantes, ira, amargura y depresión, su mujer le convence para ir a la cruzada evangelista de 1949 de Billy Graham. El Inquebrantable: Camino hacia la RedenciónCriticaUn relato verídico de autosuperación y de corte evangelista basado en un rehén de guerra que, luego de ser liberado, vence sus traumas del pasado gracias a la palabra del señor. Cuenta con una gran ambientación de época (década del '40), un buen enfoque de su infierno personal y una clásica historia de amor que se ve afectada por la problemática del protagonista. Aporta un mensaje superador aunque carece de profundidad. La redención se basa más en sermones de iglesia y marketing que en hechos concretos. El Inquebrantable: Camino hacia la Redención
Cuando su querido perro desaparece, un chico y sus padres lo buscan desesperadamente. Si no le dan su medicación, morirá....Perro perdidoCritica Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Perro perdido
Episodio especial, 8 años antes de Dragon Ball, en donde un Saiyajin llamado Bardock quién resulta ser el padre de Goku intentará combatir a Freezer para evitar que este destruya a los Saiyajins y al Planeta Vegeta.
¿Qué pasa cuando a una mujer que se acerca a los 40 años sin haber sido madre todavía, su novio la deja? Si a Eva le preguntaran por qué no tuvieron hijos, no sabría qué responder. Primero era muy pronto, después estaban concentrados en sus trabajos, después no tenían ganas, después estaban en crisis y después ya es tarde… Lo cierto es que a sus 38 comienza a pensar en la idea de tener uno. Un hijo, sí. ¿Pero con quién? Lo que comenzará como una preocupación, se convertirá de a poco en una obsesión un tanto… ¡Intensa!
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