Un niño que no tiene el poder de hacer magia lucha por obtener el título de Rey Mago, mientras cuatro antiguos Reyes Magos reaparecen para destruir el Reino del Trébol.
Andre Davis (Chadwick Boseman) es un policía de Nueva york al que le encargan la investigación del asesinato de varios policías. Durante la búsqueda contrarreloj de los responsables, en la que se cierran por primera vez en la historia de Manhattan todos los puentes que acceden a ella, el detective descubre una conspiración en la que tendrá que discernir entre aquellos a los que caza y los sospechosos que están tratando de cazarle a él.....Nueva York sin salidaCritica: Si se analiza por partes, casi todo en ella es correcto, incluso bueno. Solvente factura técnica, buenos actores, un guión poco original pero potable, una fotografía poderosa, por momentos deslumbrante, con unos excelentes planos cenitales de la ciudad de New York. Pero en su conjunto resulta corriente, como si las distintas partes que la componen nunca se hubieran fundido, como si se miraran con recelo unas a otras. Igual que los personajes, que resultan superficiales. Hablan pero no se relacionan, van de una escena de un crimen a otra como si fueran los figurantes en lugar de los protagonistas, sin apenas emociones. Hay mucha acción, pero la tensión sólo aparece en momentos determinados, más como una visita que cómo si viviera dentro del metraje.Da la sensación de que todo es un collage, un corta y pega de muchas películas, un inconcreto plagio para modernizar lo de siempre. Es un poco como las respuestas de los políticos: son profusas, a veces curiosas, pero ni contestan a lo que les preguntan ni hablan de lo que te interesa.En definitiva, parece que el thrillers estadounidense lleva unos largos años estancando, esperando que alguien le señale nuevos caminos, que le insuflen oxigenados aires, un renovado espíritu. Algo que en esta correcta y rutinaria cinta brilla por su ausencia. Pero con todo, resulta bastante entretenida y consigue mantener el interés del espectador.,,,,Nueva York sin salida
La película gira en torno al regreso de Xander Cage, a quien todos creían muerto. Cage, alias xXx (Triple X), es un rebelde amante de los deportes extremos que adora romper las leyes y que por ello acaba siendo atrapado por las autoridades de EE.UU. Entonces se ve obligado a colaborar como agente encubierto participando en numerosos episodios de riesgo. Tras un fatídico incidente, Xander es dado por muerto. Pero ahora, vuelve a la acción de incógnita acompañado de su agente instructor Augustus Gibbons. xXx: Return of Xander Cage xXxCritica:Vamos, hombre. Que nadie me venga con eso de "eres un snob, tío, es cine de acción, ¿qué esperabas?", porque solo en esta década películas como "The raid", "John Wick", "Winter Soldier" , "The equalizer" o las dos últimas de "Misión imposible" han demostrado que se puede hacer cine de acción como mínimo decente, que por muchas explosiones que haya, detrás de todo eso tiene que haber algo de artesanía. Hasta en las últimas de "A todo gas" hay algo, por poco que sea. Aquí es que no hay absolutamente nada. xXxNo voy ni a molestarme con el guion, porque es un despropósito y no tiene puto sentido. Los diálogos son de lo más vergonzoso que he visto en mucho tiempo, así que un aplauso para el guionista. Los personajes son terribles: tienes por un lado a un Tony Jaa encocado hasta las cejas con un personaje risible, a un Donnie Yen muy desaprovechado (aunque no tanto como en "Rogue one", pero ese es otro tema), a una nerd de manual, a una agente de la CIA también de manual y a los sidekicks de Vin Diesel: una francotiradora que le tira los tejos a todo lo que tenga escote por un lado, y Timón y Pumba por otro, solo que aquí Timón es DJ y Pumba se choca con cosas (esto es prácticamente todo lo que sabemos de estos dos personajes). Algunos stunts se dejan ver, pero las escenas de acción son bastante mediocres, recurriendo a menudo al típico montaje de tres fotogramas por segundo que no te permite ver nada. xXx
Con Tokio bajo el ataque de los kaiju, Ultraman descubre que su mayor desafío no es luchar contra monstruos gigantes, sino criar uno.
Los Ogglies buscan un nuevo hogar, pero nunca se sienten bienvenidos en ningún sitio. Apestan y la mayoría de los humanos no les quieren. Cuando Firebottom, el dragón de la familia, aterriza en el vertedero de Smelliville, los Ogglies se sienten como en casa. Y es aquí donde quieren quedarse.
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