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La joven Jane está casada con uno de los tipos más peligrosos del Oeste. Un día su marido regresa a casa con 8 heridas de bala. La banda del cruel Bishop lo ha acribillado. Sobrevive, pero sabe que es cuestión de tiempo que Bishop y sus chicos vengan a rematar la faena. Jane decidirá no esperar a que venga e ir directamente a por ellos. Con la ayuda de un enemigo acérrimo de su marido, un hombre enamorado de ella, Jane irá a enfrentarse la banda de delincuentes. Jane Got A Gun JaneCritica:Llevamos haciendo esta pregunta más de 30 años, más o menos el mismo tiempo que llevamos preguntando si la novela ha muerto, o si el teatro ha muerto. Quiero creer que cuando lanzamos esta pregunta al aire estamos pensando en la época dorada del género, es decir, mediados del siglo pasado. Si es así, la respuesta es sí, el western ha muerto. Por lo menos, ese tipo de western. Obviamente ya no se hacen esas películas del oeste que dirigía Ford, Mann, Hawks, Walsh…básicamente porque era otra época, otro estilo de producción, en definitiva, eran unos condicionantes totalmente distintos a los actuales. Sin embargo se siguen haciendo películas que se encuadran en ese género, algunas de calidad, en cuyo caso la respuesta sería no. No ha muerto el western. Inevitablemente me viene a la cabeza mi adorado Tarantino y su maravillosa “Los Odiosos ocho”, pero lo cierto es que ni la producción es tan abundante como lo fue en su época dorada, ni la calidad es tan buena salvo algunas honrosas excepciones. Jane“La venganza de Jane”, en mi opinión, no es una honrosa excepción, lo cual me genera dos problemas muy gordos, uno como espectador y otro como redactor. Como espectador, el problema que me genera es que me aburrí soberanamente. La película dirigida por Gavin O¨Connor (“Warrior”, “Cuestión de honor”, “El milagro”) tiene una historia muy plana que avanza con una lentitud exasperante y que unos innecesarios flashbacks aún ralentiza más. Como redactor, el problema que me genera es que ya está todo dicho y el jefe me exige un mínimo de extensión en el texto, así que hablando de planas, tengo que decirles que el grupo de ruidosas veinteañeras que compartían fila conmigo en el cine no lo eran para nada, aunque eso es anecdótico e irrelevante para lo que les quería contar. Durante todo el año estamos suspirando porque la gente vaya al cine, porque crezca el número de espectadores, porque las taquillas reflejen cuantiosos beneficios que salvaguarden el futuro de la industria, pero va siendo hora de que exijamos respeto y educación en el público. La mayoría de los que estábamos en la sala sabíamos que “La venganza de Jane” estaba protagonizada por Natalie Portman y los que no lo supieran lo vieron en los créditos iniciales o la reconocieron en cuanto apareció en pantalla. Jane
Nochevieja, 1999. Sebastián es un joven de 20 años que, armado con una pistola, secuestra un estudio de TV y toma dos rehenes: un famoso presentador y un guardia de seguridad. ¿Su plan? Nadie, incluido el propio Sebastián, parece saberlo. La demanda de que se transmita su mensaje, sea cual sea, le es denegada una y otra vez por parte de las fuerzas policías y del jefe de la cadena. A medida que se hace de noche, Sebastián y los rehenes entablan una extraña relación mientras los que están en el escalafón más alto de la pirámide hacen todo lo posible por restablecer el orden....Horario estelarCritica: Lo único que salvo de esta película es el plano que la abre. Pero todo lo demás es un despropósito que llega a aburrir y que no tiene ningún sentido. Ni os molestéis en verla, es tan mala que no divierte, y ni si quiera te la puedes tomar en broma.No me importa ninguno de los personajes que aparecen porque el guion es cutre a más no poder. El protagonista/antagonista es el típico joven incomprendido (ultra cliché) pero que aún así no tiene ningún propósito y sobre el que no nos aclaran nada (ui, sí, tiene un padre que no lo valora). Y los rehenes me dan tan igual que no me importa lo que les pase.Si me preguntáis qué pasa durante el desarrollo de la película, no os podré responder porque no ocurre absolutamente nada, solamente diálogos que no llevan a ninguna parte. A lo mejor, lo que más rabia me da, es que hay diez millones de soluciones ante el problema al que se afrontan, pero los personajes deciden no hacer nada, y todo el segundo acto es un montón de nada. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.......Horario estelar
En toda película de desastres, el espectador espera ansioso eso mismo, que el desastre inunde la pantalla, y Haeundae no va a defraudarle en lo más mínimo. Y es que estamos hablando de una de las superproducciones más esperadas de la temporada, una cinta que sitúa su acción en uno de los puntos más turísticos de la costa surcoreana y que amenaza a sus habitantes con un descomunal tsunami. Con un reparto que incluye a Seol Gyeong-hu, uno de los actores locales con mayor carisma internacional, y unos efectos visuales del responsable de El día de mañana y La tormenta perfecta, al espectador sólo le queda buscarse un salvavidas y hacer la ola.
Para superar su drogodependencia, Thomas, un joven de 22 años, se une a una comunidad religiosa aislada en el monte en la que los jóvenes se rehabilitan a través del recogimiento espiritual. Thomas habrá de pelear con sus demonios interiores, con su rechazo inicial y con la presencia de Sybille, de la que comienza a enamorarse.
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