Comienza cuando Jonathan Kent, de once años, descubre que tiene superpoderes, empujando al semi kryptoniano al complicado mundo de los superhéroes y los supervillanos, que ahora están siendo atacados por una fuerza alienígena malvada conocida como Starro”....Batman and Superman: Battle of the Super SonsCritica: Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte.... Batman and Superman: Battle of the Super Sons
Nick O’Bannon y unos amigos acuden a un circuito de carreras para presenciar una prueba del Nascar. Durante ésta tiene lugar un terrible accidente que conlleva desastrosas consecuencias para el estadio. Pero Nick descubre que se trata de sólo una visión de algo que está a punto de suceder, y junto con otras doce personas consigue salir del recinto y escapar de una tragedia segura. Pensando que han burlado a la muerte, el grupo continúa con su vida, pero desafortunadamente para Nick, Lori y sus amigos sólo es el principio, ya que la muerte no deja cabos sueltos, y regresará para llevarse a los supervivientes de una manera brutal. El destino final 4Critica:David R. Lewis retoma la dirección de la saga Destino final en la cuarta película de la serie, algo que, de entrada, me producía mucho más miedo que cualquiera de las tres entregas anteriores. La razón es que ya llevó a cabo la segunda parte, con un resultado bastante malo, lo que hizo que el director original, James Wong, dirigiese la tercera para tratar de reflotar la franquicia, cosa que, por cierto, consiguió. El destino final 4Afortunadamente Lewis (realizador de la penosa Serpientes en el avión) no mete demasiado la pata y culmina un filme que, si bien nunca aterra, logra que el espectador pase unos noventa minutos de lo más entretenido, a pesar de emplear la misma fórmula de siempre: gracias a una premonición, un joven evita que varias personas mueran en un trágico accidente; la muerte no quedará conforme e irá persiguiéndolos uno a uno, para que vayan cayendo en el mismo orden en el que deberían haber fallecido la primera vez.¿Dónde radica entonces el entretenimiento? En el 3D. Una trama de este tipo es muy proclive a la utilización de las tres dimensiones y hay que reconocer que la gran mayoría del público (al menos los que llenábamos anoche la sala de cine) disfrutamos del uso de esta tecnología como si estuviéramos en un gran parque de atracciones. Las rocambolescas muertes urdidas por el destino en su afán por cumplirse, son un medio excepcional para que uno crea que está dentro de una adrenalítica atracción, de forma que nos divertimos mucho, sí, pero no gracias al cine, sino a sensaciones nuevas. El destino final 4
No volver a mostrar