Ashtray es un joven negro que se va a Los Angeles a vivir con su padre y con su peculiar abuela. Allí se encuentra con su primo Loc Dog, que se pasa el día con su pandilla de amigos por el barrio
El 5 de enero de 1900, en las proximidades de Londres, cuatro amigos llegan a casa de George Wells, con quien han quedado para cenar, pero el anfitrión no está. George irrumpe poco tiempo más tarde exhausto, sudoroso y con aspecto de haber escapado de un gran peligro. Los amigos le preguntan qué sucede y Wells se remonta a la última vez que se vieron. Una semana antes. En esa velada, Wells enseñó a sus amigos una pequeña máquina que, según afirmaba, podía viajar en el tiempo y que con una versión de mayores dimensiones, también lo podría hacer un hombre. Para convencer a sus amigos, George activó el artilugio, que desapareció ante sus ojos.
Cuando el renombrado novelista de misterio Harlan Thrombey es encontrado muerto en su mansión justo después de su 85 cumpleaños, el inquisitivo y cortés detective Benoit Blanc es misteriosamente reclutado para investigar. Se moverá entre una red de pistas falsas y mentiras interesadas para tratar de descubrir la verdad tras la prematura muerte del escritor. Puñales por la espalda CriticaCreo que la expectación suscitada por “Puñales por la espalda” se debe ante todo a Rian Johnson, uno de los directores de la exitosa serie “Breaking Bad” y también director de, entre otras, “Star Wars: Los últimos Jedi”, además de ser el futuro director de la nueva entrega de dicha saga. “Puñales por la espalda” será saludada con satisfacción por la crítica y gran parte del público más joven, convirtiéndose en uno de los films del año. Demasiado bombo y platillo para lo que no pasa de ser un divertimento bien llevado y que es un homenaje a muchas películas que le han servido de inspiración en muchos aspectos sin ni siquiera llegar a igualar ninguna de las mencionadas: todos los “whodonit” de Agatha Christie, “La huella” versión Mankiewicz por supuesto, “La trampa de la muerte” de Lumet, “El fin de Sheila” de Herbert Ross y así podríamos seguir bastante más hasta llegar a “Un cadáver a los postres”, que engrosa la lista de las muchas que han servido también para que aquí se calque su sofisticada dirección artística.Quizás donde sí supere “Puñales en la espalda” en resultados sea al compararla flojas adaptaciones como el juego del “Cluedo” o si pasamos al mundo televisivo, la también larga lista de series con detectives a lo largo de décadas o la más evidente, “Se ha escrito un crimen”, en la que se incluye un breve fragmento y se dan las gracias, lógicamente, a la gran Angela Lansbury. Por todo ello creo que “Puñales por la espalda” hay que tomársela como lo que es, ni más pero tampoco menos, porque hay aciertos en ella que hacen grata su visión.Su amplio reparto está correcto, pero frente a personajes que parece que da tiempo a presentarlos bien como el de Jamie Lee Curtis, Don Johnson o Michael Shannon hay otros que se les podía haber sacado más jugo, como en el caso de Toni Collete, Christopher Plummer, K. Callan, Chris Evans o Frank Oz. Los que sí desarrollan más los personajes, por una mera cuestión de que se centra la trama en ellos son Daniel Craig y Ana de Armas, los protagonistas y, dicho sea de paso, ambos volverán a coincidir en el próximo título de James Bond, y aunque no veamos muy claro que Ana de Armas dé el aspecto de la típica chica Bond, nos alegramos por ella y por su rápido y poco frecuente ascenso a colocarse como actriz de moda.Rian Johnson ha construido este policíaco siguiendo las reglas establecidas, obviando el jugar más con los personajes o incluir dosis críticas sociales. No se ha complicado en ese aspecto, volcándose más en los posibles giros del guión, que si el espectador es experimentado en esta clase de films la mayoría de ellos se los huele, pero no importa, porque como hemos dicho está bien elaborados y también se evita el jugar sucio o colar al espectador morcillas indebidas.Hay mucha influencia británica en el film, sobre todo al utilizar una mansión y con grandes extensiones de campos como si de “Gosford Park” o “Downton Abbey” se tratase. No es malo en absoluto, ya que era el escenario que se requería. Su fotografía es más correcta que su banda sonora, en la que a veces pretende emular el planteamiento virtuoso de G. Iñárritu de “Birdman” cuando debería haber sido más sinuosa, como en otros temas que están mejor planteados.“Puñales por la espalda”, como hemos dicho, es una entretenida película en la que es fácil participar cuando te la plantean, pero qué duda cabe que este “juguete” de cuarenta millones de dólares, que resultará rentable sin duda alguna, se la echado en falta algunas dosis más de mala leche y sinuosidad. Pero tal y como está el patio nos conformamos, sobre todo porque se echa en falta más títulos de este género entre tanto héroe o chulo pegón repartiendo ostias a todo un regimiento. Puñales por la espalda
Pequeños invasores sigue las andanzas de los Pearson, una familia que llega a una casa para pasar unas merecidas vacaciones de verano. Los Pearson son Stuart (Kevin Nealon) y su mujer Nina (Gillian Vigman), la pequeña Hannah (Ashley Boettcher) de siete años, Tom (Carter Jenkins), de 15 años y fanático de la tecnología, y la hermana mayor Bethany (Ashley Tisdale), que sale en secreto con el joven Ricky Dillman (Robert Hoffman). Sin embargo, su periodo de descanso se verá alterado por Sparks, Skip, Spike y Razor, cuatro alienígenas que llegaron antes que ellos. Será entonces cuando los miembros del clan unirán fuerzas con un único propósito: echar a los pequeños y belicosos intrusos que viven en su ático.
Cuando el gobierno británico es descubierto traficando con obras de arte chinas fuera del país, el héroe Wong Fei Hung (Chan) utiliza sus extravagantes artes marciales para luchar contra los conspiradores y salvar las obras, antes de que sea demasiado tarde. Cuanto más bebe Hung, más ágil se vuelve, siendo capaz de defenderse de numerosos ataques, con increíbles movimientos. Hung consigue, de esta manera, afrontar todo tipo de desafíos.
Leo, un lagarto hastiado de 74 años, ha estado atrapado en el mismo salón de clases de Florida durante décadas con su compañera de terrario, la tortuga. Cuando descubre que sólo le queda un año de vida, planea escapar para experimentar la vida en el exterior, pero en lugar de eso queda atrapado en los problemas de sus ansiosos estudiantes, incluido un profesor sustituto increíblemente malo.
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