Servidor | Idioma | Tamaño | Descargar |
---|---|---|---|
Utorrent | HDRip | 1.76 GB | Descargar |
Silvio Berlusconi (Toni Servillo) se encuentra en el momento más complicado de su carrera política, recién salido del gobierno y con las acusaciones de corrupción y de sus conexiones con la mafia a punto de llegar a los juzgados. Sergio Morra (Riccardo Scamarcio) es un atractivo hombre hecho a sí mismo que sueña con dar el salto de sus cuestionables negocios de provincia a escala internacional. El camino más rápido para conseguirlo es acercarse a Silvio, el hombre más poderoso de Italia. Para Sergio solo hay una manera de llamar la atención de Il Cavaliere: las fiestas, las velinas, las extravagancias y el exceso.
Maggie (Anne Hathaway) es una mujer independiente que ha decidido vivir sin ataduras. Pero conoce a Jamie (Jake Gyllenhaal), un joven cuyo irresistible encanto funciona no sólo con las mujeres, sino también dentro del despiadado mundo de las ventas farmacéuticas. La relación entre Maggie y Jamie, para sorpresa de ambos, desemboca en amor. El film se basa en una historia real: la de Jamie Reidy, un vendedor de Pfizer (empresa farmaceútica que puso a la venta la Viagra) que sacó a la luz algunas de las prácticas de las compañías farmacéuticas. Love and Other Drugs De amor y otras adiccionesCritica:Cuando vas al cine sin ninguna película en el punto de mira y eligiendo una de la cartelera lanzando una moneda al aire, prácticamente a ciegas, lo normal es equivocarse o... llevarte una grata sorpresa. La película de Edward Zwick no es ni una cosa, ni la otra, ni frió, ni calor. Amor y otras drogas ofrece poco amor pero mucho sexo, los personajes están entre sábanas la mayor parte del tiempo, lo cual agradará a los fans de ambos protagonistas. También ofrece drogas, de las legales y recetadas, las cuales solo son una excusa inicial para contar una historia de enamoramiento entre comillas, del que surge a base de roce, del frotamiento vertical y horizontal. De amorLa película falla en ciertas partes, no engancha la trama, y a su vez el trabajo del personaje de Gyllenhaal empieza fuerte, pero acaba en un segundo plano demasiado rápido. Y como historia romántica al uso es aceptable pero nada nuevo o destacable de algún modo. La típica película para ir con tu pareja, sí, pero eso precisamente hace que tenga poca vida útil para cualquiera y la convierte en fácilmente olvidable. La guinda la ponen diálogos con ínfulas de grandeza y personajes vistos mil veces. Ni hablemos de esa moda que lleva impuesta desde hace tiempo, con el típico compañero de piso tipo Notting Hill, con aires grotescos que deben provocar la carcajada del público, aquí en forma de hermano rechoncho de Jamie. O el imprescindible rol de chico gay tipo Mejor imposible, pero en esta ocasión convertido en un mero secundario de relleno, que pasa casi desapercibido. De amorAsí pues, y visto que la película da lo justo para una sesión de arrumacos con la pareja, lo único que queda a lo que agarrarse son las actuaciones. Jake Gyllenhaal cumple con el trámite sin florituras, Anne Hathaway interpreta a una joven que padece parkinson y explota su vena dramática sin alardes. Los que lucen, no inesperadamente, son dos veteranos secundarios como Oliver Platt y Hank Azaria, que sin hacer tampoco nada del otro mundo, demuestran lo importante que es su labor y que sin estos, la sesión se habría hecho demasiado pesada. De amor
La historia se centra en las aventuras de un hombre que ve cómo su osito de peluche de la infancia adquiere vida debido a un deseo que formuló cuando era pequeño, convirtiéndose el peluche en un gandul deslenguado que alterará por completo su vida y pondrá en peligro su relación amorosa con su pareja, debido a su comportamiento totalmente salvaje y su conducta fuera de toda norma social. TedCritica:El desentierro de los 80 en la gran pantalla está trayendo todo tipo de acercamientos que quedan guiados y unificados en la sendas de John Hughes, Robert Zemeckis y Steven Spielberg. Pero por mucho que se hablara de la spielbergiana “Super 8” de J.J. Abrams el mismo año “Paul” de Greg Mottola intentaba reformular la imposibilidad de crecimiento en el detalle del homenaje, utilizando a un personaje digital (icónico, como un alienígena) ‘corrompido’ y mal hablado por su estancia en la Tierra. En “Big” de Penny Marshall un preadolescente se ‘transformaba’ en Tom Hanks gracias a un deseo cumplido, pero acababa siendo un crío atrapado en el cuerpo de un adulto. Realmente el cine de los 80 parece congelado, atrapado y enraizado en nuestra infancia sin posibilidad de crecimiento o renovación: renegamos de los remakes pero al mismo tiempo tememos volver al material original para mantener a salvo nuestra inocencia y recuerdos. TedEl planteamiento de “Ted” pasa directamente por la mente de Seth MacFarlane. Se trata de un proyecto inicialmente pensado para conformar una serie de animación que finalmente acabó teniendo cabida como largometraje con actores reales. La imposibilidad de llevar a la gran pantalla el espíritu de “Los Simpsons” o “Padre de familia”, y del crecimiento interno y los personajes que las protagonizan, hace que el filme que protagoniza un oso de peluche ‘reanimado’ por el deseo de un niño recree dicha posibilidad y milagro. Nos encontramos ante ficciones inmóviles, condenadas a capturar un momento sin que sus personajes puedan crecer, al contrario de los que impone la ficción televisiva tradicional con actores reales. Tal vez por eso en “Ted” el choque de ambos mundos provoque la necesidad interior de MacFarlane de mostrar cierto avance y se plasme en la posibilidad de la imposibilidad, en el milagro como única explicación. Se ha convertido en nuestra tormenta (y tormento) personal. Ted
El final de la vida familiar y querida de Cartman está predicho por sus sueños increíblemente inquietantes. Mientras la llegada de la inteligencia artificial trastorna su sociedad, los adultos de South Park también se enfrentan a sus propias decisiones personales.
No volver a mostrar