Como consecuencia de una tragedia familiar, una escritora es incapaz de elegir entre el amor de su amigo de la infancia y la tentación que representa un misterioso desconocido. En un intento por escapar de los fantasmas del pasado, se encuentra de pronto en una casa que respira, sangra… y recuerda. Crimson Peak La cumbre escarlataCritica:Visualmente impecable y preciosista, ofrece una aquilatada orgía de texturas, colores, decorados, vestuario, fotografía y efectos de toda índole. Resulta hipnótica y hechizante – se le pueden perdonar incluso ciertos excesos gore que rompen su elegante flujo narrativo – por su abierta apuesta por una iconografía gótica clásica y acreditada, ofreciendo un estallido de sensualidad exacerbada y contagiosa. Sabe utilizar con acierto todos los medios para crear una atmósfera acechante, turbia, ponzoñosa y amenazante. Se divide en dos partes: la primera (situada en la Norteamérica de finales del XIX) es muy satisfactoria y está repleta de aciertos, la segunda parte (situada en una apartada y decadente mansión desvencijada de la Inglaterra profunda) es mucho más discreta y previsible y sucumbe a ciertos tópicos manoseados y adolece de un exceso de trampas y propensión al espectáculo circense. La cumbre escarlataSe nota que a los mandos está un curtido director de fuste, que sabe manipular a su antojo las imágenes que ofrece, crear atmósferas y añagazas, sordidez y mal fario. Pero el guión va perdiendo vigor conforme avanza la trama y se acaba diluyendo, quedando su resultado por debajo de las muchas promesas que el buen planteamiento inicial hacían presagiar. Quizás peque de superficial y, sobre todo, su final parece sacado del baúl de las producciones hollywoodiense menos sugerentes, llena de parafernalia mañosa y sustos sin gracia ni estilo. Por todo ello, el balance global es ambivalente. Sabe a poco porque cabría esperar más y uno tiene la sensación de que han domeñado el afán iconoclasta de su director para amoldarlo al cine más convencional y desactivar cualquier intento por salirse del patrón establecido para obtener un éxito seguro e incontestable. La cumbre escarlataA su favor tiene unos actores pletóricos, que encarnan con convicción y disfrute unos personajes quizás acartonados, pero a los que saben insuflar vida y pasión, arrastrando al espectador por los altibajos, sustos y malos augurios que pueblan la cinta. Ellos sostienen el andamiaje resuelta y vorazmente, ofreciendo más allá de los lugares comunes unas gotas de profundidad y consistencia que se agradecen en est e tipo de propuesta. Sobre todo brilla Jessica Chastain (¡hacer de voluptuosa pécora es tan agradecido!) pero también seduce Tom Hiddleston en un papel quizás menos brillante pero igualmente tóxico y envilecido. La cumbre escarlata
Un peligroso organismo extraterrestre llega a la Tierra, se trata de unas babosas del espacio que se introducen por la boca, alojándose en el cerebro de la víctima y convirtiéndolos en auténticos zombies. Así, estas babosas alienígenas siembran el terror adolescente en esta producción de los ochenta que homenajea el cine de terror de serie B. Su leyenda reza: "La buena noticia es que tus citas están aquí... la mala es... que están muertas".
Versión animada de la leyenda mitológica asiática "Viaje al Oeste", sigue las aventuras del Rey Mono.....El Rey MonoCritica: El Rey Mono, propuesta de animación de Netflix, se ha estrenado por la puerta de atrás y sin nada de promoción, algo habitual en la plataforma, en especial en lo que respecta a sus producciones animadas. ¿Para qué realizarlas entonces? ¿Acaban funcionando? Preguntas sin respuesta, pero tampoco estamos aquí para hablar de eso.La cinta ha obtenido críticas algo tibias, y una vez vista, lo puedo llegar a entender porque, si bien estamos ante una película de animación con muchas virtudes, este Rey Mono no llega a dejar huella en el espectador, priorizando el entretenimiento y la espectacularidad sobre la emotividad, algo por lo que sólo se preocupa en sus últimos compases, cuando realmente tampoco hemos sentido la necesidad de conectar con sus personajes, y sin que nos lleguen al corazón.Ese sería el mayor contra de la cinta, porque si nos centramos en lo positivo, me viene a la mente una animación que acaba siendo mucho mejor de lo que parece. Y es que el material promocional no le hace justicia al film, con uno diseño de personajes algo sencillo, pero que luego en la pequeña pantalla luce muchísimo mejor, con una animación ante la que es imposible no quitarse el sombrero.Y es que los responsables de la propuesta nos regalan un juego de luces fascinante, sacándole todo el partido al bastón del protagonista, así como una paleta de colores espléndida, con unas escenas de acción que quitan el hipo, y confirmando que ha habido un gran trabajo detrás. Sólo por la espectacularidad del conjunto, ya merece la pena el viaje, con unas texturas y animación que poco o nada tienen que envidiar a la de otras propuestas más grandilocuentes.Pero claro, se han olvidado de lo más importante en este tipo de productos: el corazón, y de ahí que este mono no vaya a trascender, a pesar de las buenas intenciones. Los personajes funcionan, especialmente el gran protagonista, gamberro como él solo, pero no te atrapan de la misma forma que otros compañeros del gremio. Y es que la película es un viaje ameno y que cumple su función, pero que da la sensación de que le falta chispa y alma..... El Rey Mono
En un futuro no muy distante, America está controlada por un poderoso gobierno corporativo que mantiene a las masas aplacadas gracias a un entretenimiento de realidad virtual violento. El evento del año es la Carrera de la Muerte, donde los conductores compiten en una carrera a través del país en la que obtienen puntos atropellando a los peatones y acabando con sus contrincantes. El campeón actual, y el favorito del público, es mitad hombre, mitad máquina. Su nombre es Frankenstein, pero lo que no sabe es que ha tomado como copiloto a una espía rebelde. Death RaceCritica:Vaya película, empieza con una estética como de cómic, luego es algo más normal pero la verdad es que cuesta un poco terminar de verla. Sobre todo desde el punto de control número dos hasta que empieza el tres es HORROROSO, yo casi la quito pero me dije: «venga haz un esfuerzo que igual se pone mejor la cosa», no, LOL.Los actores no es que lo hagan mal, es que la película es reguleras tirando a floja pero vamos que ver a Malcolm McDowell haciendo de la versión masculina de Elizabeth Banks en «Los juegos del hambre», que parece a una de una comparsa del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria con esas plumas «pa' arriba», no tiene precio ninguno.Luego tenemos a Manu Bennett que por lo menos a mí me salvaba la película, cuando lo veía se me ponían los ojos en blanco. Pero es que luego veía a Perfection o como se llame y me daban la vuelta del todo y se me ponían bien, esto es lo único que he podido salvar de esta película.Yo no he visto la segunda parte y la quiero ver porque la primera sé que me gustó, no es gran cosa pero es entretenimiento además de que es todo el rato en la carrera si no recuerdo mal pero aquí es que se ponen a hablar y a filosofar y es lo peor. Total, un cuatro siendo generosos y por las risas que me voy a echar leyendo las críticas de los otros usuarios. Death Race
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