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Utorrent | MicroHD 1080p | 3.58 GB | Descargar |
Narra la historia real de Jan Vokes (Toni Colette), una camarera de Gales que decidió comprar y criar un caballo de carreras. Jan convenció a sus vecinos y amigos para que contribuyeran financieramente al proyecto. El improbable plan de inversión comenzó a valer la pena a medida que el caballo mejoró y comienzó a ganar, luchando por el campeonato nacional....Cabalgando a la gloriaCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Cabalgando a la gloria
En la futurista Metro City, el científico Tenma crea un chico robot asombroso que tiene talentos ocultos inimaginables.
Papá Oso vive por y para su hijo Xi Ha en un bosque rodeado de amigos. Pero cuando unos cazadores furtivos capturan al pequeño, el padre se embarca en una aventura en la gran ciudad para rescatarlo,,,,Super BearCritica: claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.
Ted Morgan (Seann William Scott) es un hombre deprimido que regresa a su ciudad natal para corregir ciertos errores del pasado antes de suicidarse. Antes de partir JustCritica:Extraño melodrama que ofrece momentos conseguidos en la comedia pero que en el campo del drama se queda en la parte mas superficial del lago. Cuando pretendes construir un melodrama sobre un suicida has de cargar las tintas porque si no lo único que consigues es que el espectador se quede con la sensación que es una mas de esas comedias amables que tanto gustan a los norteamericanos (o peor aun, que le estas tomando el pelo). La película no es mala (todo lo contrario) aunque la apática interpretación de Seann William Scott no ayuda demasiado a entender el conflicto interno del suicida y la directora prefiere escoger el camino de la redención a través de historias paralelas que no tienen la suficiente entidad para construir un drama. A pesar de ello hay que reconocerle a la debutante Courteney Cox honestidad y ganas de hacer las cosas bien. Pero "Just before I go" es irregular para que te quedes con la sensación de haber visto una gran película, todo es demasiado ligero y personajes como el policía (hermano del protagonista) no ayudan a que el espectador se tome en serio la película. Mi recomendación es que os acerquéis a "Just before I go" como una comedia de tono ligero que con toda seguridad os satisfará y os hará pasar un buen rato (ademas de arrancaros algunas sonrisas). JustPor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. JustUn metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Just
Michael (Interpretado por Zach Braff) tiene una vida aparentemente perfecta, un trabajo estable y una novia encantadora (Interpretado por Jacinda Barrett). Pero cuando esta se queda embarazada y él conoce a la irresistible Kim (Interpretado por Rachel Bilson), su relación se deteriorará. Michael tendrá entonces que tomar importantes decisiones.
Un equipo de baloncesto entrena y compite en las Olimpiadas Especiales bajo la guía de un entrenador imperfecto pero dedicado, Marcus. Remake de la exitosa película de Javier Fesser 'Campeones'.....Los campeonesCritica: Remake made in USA de 'Campeones', la buenísima película de Javier Fesser, que también escribió el guión. Esa película ne encantó, todo hay que decirlo, y eso que tengo algunos problemas con el cine español desde crío, pero es de las que suelo recomendar para ver en familia y pasar un rato más que agradable.Lo más destacable es Woody Harrelson, con ese toque cabroncete que le da a muchos de sus papeles, pero aún así no lo cambio por nuestro pequeño gran Javier Gutierrez, y menos aún a los jugadores de baloncesto, eran muchísimo más carismáticos en la original española, se les cogía mucho más cariño.Aún así, aceptemos que se trata de una película familiar y divertida, que se deja ver, llena de buenos sentimientos y totalmente correcta en todos los sentidos.Sonreirás, y quizás te reirás el alguna que otra ocasión. Con eso ya es suficiente para un 6, solo por dejarte, como se suele decir, un buen sabor de boca (o de retina). Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Los campeones
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